Rebajas 2.0: las compras virtuales cogen la delantera
En estas rebajas los consumidores españoles comprarán más online que hace un año
Montañas de ropa, colas en probadores y cajas, desorden… características de las rebajas que tienen un denominador común: el consumo de tiempo. Cada vez son más los usuarios que optan por hacer las compras de rebajas en Internet por el ahorro de este tan preciado bien del que (casi todos) andamos escasos.
Las primeras rebajas del año han sido más virtuales que nunca. El pistoletazo de salida de los primeros descuentos del año se dio el 7 de enero, pero los más avispados se adelantaron a esta fecha. Y es que el grupo Inditex (propietario de Zara, Zara Home, Massimo Dutti, Bershka y Stradivarius), así como El Corte Inglés, iniciaron sus rebajas al mismo día de Reyes.
Precisamente, muchos almerienses prefieren las rebajas digitales porque en los sitios webs suelen comenzar antes los descuentos que en las tiendas físicas. Un cambio en los hábitos de consumo de los usuarios que afecta directamente al pequeño comercio, gran parte de ellos sin presencia online.
Los establecimientos pequeños buscan fórmulas para adaptarse al nuevo escenario, además de pelear con sus armas de siempre: la especialización y trato con el cliente. Esta parece ser la salida que poseen los comerciantes locales para salir adelante.
Competencia de precios en las rebajas virtuales
Un estudio elaborado por iAhorro revela que en estas rebajas los españoles comprarán más online que el año pasado. Cada vez más los consumidores buscan chollos por Internet, así que las compras online siguen creciendo a un ritmo que oscila entre un 20% y 25% interanual. Los consumidores confían cada vez más en el comercio online y eso se nota en las épocas de rebajas.
La fuerte presencia de Internet tiene muchos elementos positivos para el consumidor. Los usuarios pueden evitar las conocidas aglomeraciones de las tiendas físicas, así como comprar en cualquier momento y lugar, además de encontrar mejores precios. Porque la venta online ha conseguido que los precios sean visibles y transparentes para todos, regulándose entre ellos para poder sobrevivir en esta vorágine comercial. Aún así, hay algunos que no tienen prisa y esperan a las segundas y terceras rebajas e incluso al remate final.