709.340 habitantes y sólo nueve puntos limpios en toda la provincia
Estanterías, frigoríficos, colchones, ordenadores,...y otras cosas que puedes encontrarte en un contenedor de basura (y que no deberían estar ahí)
Almería es la provincia con menos puntos limpios de la Comunidad de Andalucía, que a pesar de tener una población de 709.340 habitantes (INE, 2018) solamente cuenta con 9 puntos limpios. Los municipios donde se encuentran son; Albox, Arboleas, Carboneras, El Ejido, Huércal-Overa, Huércal de Almería, Vélez-Rubio y dos en Almería ciudad (El Toyo y Sector 20).
Plazos pasados
El Plan Director Territorial de Gestión de Residuos No Peligrosos de Andalucía constituye el marco en el que se establecen las bases que deben regir la política en materia de residuos no peligrosos en Andalucía. En él se estableció la obligación de implantar un punto limpio para todos los municipios de más de 5.000 habitantes. La fecha límite era el año 2015.
Algunos municipios, que superan con creces este número de habitantes como Adra (24.859 habitantes), Pulpí (9.502 habitantes) o Berja (12.381 habitantes), siguen sin punto limpio.
Un caso muy polémico y sonado era el caso de Roquetas de Mar. Con una cifra 94.925 habitantes, seguía sin punto limpio ni medidas alternativas hasta hace unos días. Desde el 2 de diciembre de 2019 los ciudadanos roqueteros disponen de dos servicios de recogida selectiva de residuos de origen domiciliario, o ‘puntos limpios’. Estos servicios tienen la particularidad de ser móviles, es decir, cambiarán de ubicación dependiendo del día de la semana, según afirman “para cubrir todo el municipio”.
Puntos limpios vs vertederos
En el 14º Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) en 2018, se estableció, entre los objetivos europeos para el año 2035, el de alcanzar un máximo de un 10% de los residuos generados destinado a vertedero. Esto conlleva reflexionar con detalle sobre el diseño y la gestión de los puntos limpios, para poder colaborar a la consecución de este objetivo.
Tendremos que empezar por tomarnos en serio las pequeñas medidas si de verdad queremos hacer grandes cambios. Empezando por nuestras casas, creando buenos hábitos día a día, y terminando por los responsables políticos, que deben cumplir con los planes establecidos para cuidar del medio ambiente. Es un deber de todos.
