Long Phan: «Físicamente soy asiático, pero culturalmente soy español»

Hoy hablamos con Long Phan (@longchino), el vietnamita más español que puedes encontrar en Roquetas de Mar. Un apasionado de las artes plásticas que dedica su tiempo al mundo drone después de pasar sus días entre los fogones del restaurante Cantón. Le encanta lo audiovisual y cuando puede escaparse, toma rumbo a las costas almerienses para hacer tomas aéreas como estas.

Háblanos de tu familia, ¿por qué decidieron venir a Almería? ¿Cómo ha sido su estancia aquí?

“Mis padres y hermanos son de Vietnam, vivieron la famosa Guerra de Vietnam contra Estados Unidos. Una vez acabada, Vietnam estaba sumida en una reestructuración del país y mi padre, que es mitad chino y mitad vietnamita, fue visto con malos ojos tras un ataque de castigo por parte de China a Vietnam porque este hizo lo mismo con su vecina Camboya. Salieron del país a finales de 1978 y fueron acogidos en Hong Kong, por aquel entonces colonia inglesa. Estuvieron 6 meses en un campo de refugiados y en el día que las embajadas recibirían a sus futuros acogidos, mi padre llegó tarde debido al trabajo.

La única embajada que había abierta era la española, por lo que mi familia se dirigía a España. Llegaron en 1980 y su primera parada fue La Línea de la Concepción, Cádiz y al poco se establecieron en San Pedro de Alcántara, Málaga. Estuvieron 6 años y mi madre quedó embarazada de mí en 1986. En ese mismo año, mi padre leyó en un periódico la existencia de un local en venta en Roquetas de Mar y lo apostó todo en este local que, desde entonces y a día de hoy, es el Restaurante Cantón, y con él estamos mis hermanos y yo.

Su estancia ha sido muy agradable, mis padres siempre han tenido en la cabeza aquello de “Donde fueres, haz lo que vieres” y siempre se han adaptado a todo. Nunca han sufrido agresiones racistas. Todo lo contrario, siempre han sido muy ayudados por gente desinteresada con los que aún mantenemos el contacto, bien con ellos o con sus familias. Echan de menos su tierra, como toda persona que ha emigrado, pero se sienten como uno más aquí en España, es más, ¡el jamón que no falte!

Mis hermanos, al llegar como infantes, se integraron muy bien en la sociedad española. Obviamente no fue un camino de rosas, los niños son crueles de manera inconsciente (o consciente…), pero salvo los típicos momentos de infancia, todo les fue muy bien. De hecho, mantienen muchos de los amigos que hicieron allí en San Pedro de Alcántara.”

¿Cómo fue tu infancia como “inmigrante de segunda generación”?

“Es gracioso cuando echo la vista atrás y recuerdo perfectamente que, de infante, los niños me llaman burlonamente chino y yo les contestaba que era español, ignorando completamente que ellos tenían razón. Físicamente era y soy asiático, pero en casi mi totalidad, soy culturalmente español.

Volviendo a la pregunta, fue bonito, digamos que en el colegio en primaria era la “mascota”, pues fui el primer alumno de origen asiático que aterrizaba en ese colegio, el CP Juan de Orea de Roquetas de Mar, los maestros fueron muy gentiles conmigo y siempre me tuvieron en alta estima mientras que entre los alumnos era una figura muy popular dada mi procedencia, infrecuente por esos tiempos.”

Eres un apasionado del mundo drone, ¿cómo comenzaste con ello?

“Así es, más que un apasionado, aventuraría a decir que soy un enganchado totalmente del mundo drone. Aunque siempre he sido una persona que sentía gran fascinación por lo militar, especialmente en materia de Fuerza Aérea a lo que se refiere, esta gran afición mía se desarrolló en 2016, cuando vi un drone manejable con el smartphone a un precio relativamente razonable. Ese fue mi “autorregalo” de cumpleaños para probar ese mundo y desde el primer momento me gustó. Aunque no me terminaba de enganchar dado que ese drone ofrecía menos de lo que realmente especificaba, aparte de que, en esa época, muchos días hacía viento y no era muy resistente incluso a velocidades muy suaves.

Decidí aparcarlo por un tiempo hasta que hiciera mejores condiciones, pero de pronto apareció en escena un drone para aficionados, pero de una calidad muy superior al mío. Me di otra oportunidad y adquirí el drone anteriormente citado y superó ampliamente mis expectativas, que no eran para nada cortas. Ese día es cuando dije para mis adentros “Ahora me siento yo”.

La sensación de poder volar y captar lo que estoy viendo a través de la pantalla es una sensación única que siempre se repite cada vez que empleo mi drone actual, que es una versión ya más avanzada. Encima si le sumas a que puedes usarlo como herramienta de trabajo… tenemos la famosa frase de “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.

¿Tienes otras inquietudes?

“La fotografía y la edición, la grabación, edición y montaje de vídeo me gustan mucho, de hecho, son mis otras aficiones en las que tengo que desarrollar más mis conocimientos. Otra inquietud es la música, especialmente el mundo DJ, del cual siempre intento aprender de manera autodidacta y muy poco a poco.

Pero una inquietud que ha surgido ahora es la interpretación, es más, recuerdo en primaria en una obra teatral sobre la Navidad interpreté a un pescador del Puerto de Roquetas de Mar y aún mucha gente presente ese día, padres y hermanos de alumnos, me lo recuerdan una y otra vez porque fue un momento único, ver a un asiático hablar en roquetero. Parece que esa vena estaba en mí, lo que pasa es que no lo sabía a ciencia cierta…”