Tres aspirantes de Operación Triunfo nos cuentan anécdotas ‘tras las cámaras’
Los aspirantes han llegado a recibir mensajes de apoyo de países como Panamá, Argentina o Inglaterra
Hoy hablamos con Juan López, María Gil y Ricardo Sebastián Gabor, los almerienses que probaron suerte en el casting de la edición de Operación Triunfo que comenzó a principios de 2020. Queríamos conocer hasta qué punto la magia de la televisión enmascara la realidad. Así, les hemos preguntado acerca de su experiencia al cruzar la odisea que supone las interminables fases de este casting a nivel nacional.
Todos ellos aman la música y aunque no consiguieron entrar en la academia, consideran su paso por el casting un sueño hecho realidad.
¿Cómo es el casting?
María nos cuenta con detalle cómo es un casting de Operación Triunfo. Está compuesto por tres fases. En la primera los aspirantes cantan en un casting abierto, dónde deben demostrar sus mejores habilidades vocales para conseguir la deseada pegatina y pasar a la segunda fase. En la segunda cantan de 2 a 3 canciones en grupos de 10 aspirantes ante un jurado compuesto por 3 personas. Si pasas esta fase, María dice que te encuentras en la “fase limbo”, aquella en la que esperas a recibir una llamada que te comunicará si sigues o no hasta la fase final.
En esta fase limbo se eligen a 80 personas de toda España para que se dirijan a Barcelona, donde tuvo lugar la fase final. Tres duros días de casting y grabaciones. Aquí los aspirantes tenían que demostrar sus habilidades como cantantes a capella en tres boxes distintos con jurados diferentes. Al día siguiente lo deberían hacer de manera grupal. Y el en el último día cada futuro concursante debe cantar una canción con base musical.
Su experiencia
Juan se presentó al casting de Opreación Triunfo de Málaga, pero no llegó a pasar ni la primera fase. Sin embargo, no se dio por vencido y acudió al casting de la última ciudad, en Madrid. Decidió probar suerte y en este pasó las tres primeras fases del casting. Consiguió llegar al casting final, quedando en el puesto 86 de un total de 10.600 personas que se presentaron en esta ciudad. Por su parte, Ricardo se presentó en Málaga y pasó hasta la misma final. Sin embargo, ninguno de ellos pudo entrar en la academia. Aún así, afirman que se trata de una experiencia digna de ser vivida por cualquier persona que le guste el mundo de la música. María fue quien más lejos llegó. Se presentó en Málaga también, estando a punto de continuar el día dos del casting final.
Algunos de ellos han cantado ante personas tan importantes en la academia de Operación Triunfo como Noemí Galera, directora de la academia, Mamen Márquez, coach vocal especializada en Técnica Vocal o Manu Guix, compositor y director musical presente también en la academia.
A Ricardo le sorprendió el gran apoyo que recibió de personas con quienes ni si quiera compartía país. Le han llegado a mandar mensajes desde distintas partes del mundo como Panamá, Argentina, México, Chile o Inglaterra. También recibió el apoyo y cariño de ‘triunfitos’ de ediciones anteriores como Alfonso y Noelia.
Afirman que algunos de ellos tuvieron que esperar hasta 6 horas para poder cantar, un tiempo que se hizo demasiado largo y corto a la vez. Aunque, en estas seis horas le dio tiempo a conocer a muchas personas, “alguna más amigable que otra, pero en definitiva todas buenas personas y muy interesantes”, indicaba Juan.
Reacciones y sorpresas
Desde nuestros sofás podemos ver cómo ciertos candidatos se presentan con canciones como la del ‘Cola-Cao’ o la ‘Macarena’. Y nos planteamos, ¿estará preparado?, ¿buscarán audiencia?, ¿formará parte de alguna broma? Así que les preguntamos a nuestros candidatos almerienses y ellos nos confirmaron que nada está preparado. Al menos para ellos. Las reacciones ante el jurado, antes los compañeros, ante las deliberaciones que los llevarán a la siguiente fase o los mandarán de nuevo a casa. Nada se prepara, todo sale del corazón. En este tipo de concursos los nervios están a flor de piel y las reacciones son más sinceras que nunca. “Ninguno de los concursantes sabemos si vamos a pasar o no”, nos decía María.
Los días de casting de Operación Triunfo se hacen a veces interminables, pero nos les importa con tal de alcanzar su sueño. Así, María, del mismo modo afirmaba que “son muchas emociones en un muy poco. Son muchísimos nervios, mucha presión, a la vez estos días son increíbles ya que estamos conviviendo 80 personas a las cuales nos encanta la música y quieras que no, se crea una conexión especial”.
“Me quedo con las partes del día en las que estábamos esperando para la prueba, o en el hotel, y nos poníamos a cantar todos juntos. Daba igual la canción o el género, siempre había alguien que te seguía, y eso era increíble”, alegaba Juan.
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