Serón: tradición, patrimonio, paisaje y sabor

Serón, ese pueblecito perdido en la Sierra de los Filabres, a casi 800 metros de altitud, y que casi todos conocemos por sus embutidos, tiene mucho más que ofrecer.

A unos 90 Km de la capital, lo primero es llegar. Aunque la autovía nos lleve hasta cerca de Gérgal, luego, todo se hace literalmente cuesta arriba. Que esto no os asuste, al fin y al cabo, vais en coche (aunque hay quien lo hace en bicicleta).

La carretera es bastante sinuosa (muy divertida para subir en moto), lo cual, hace que el avance sea lento y parezca que esta algo más lejos, pero, al final merecerá la pena, empezando por las vistas que se van adquiriendo conforme se sube.

A veces nos encontraremos rodeados por árboles y otras tendremos la mejor de las panorámicas sobre el valle del Almanzora.

En el camino, encontraremos miradores para poder parar y disfrutarlas mejor. Con un poco de suerte incluso puede que divisemos algún animalillo, como zorros, conejos, jabalíes o demás fauna autóctona.

Una vez llegados a Serón encontraremos un amplio abanico de posibilidades: cultural, industrial, gastronómico, natural… Vamos a verlo un poco por partes.

Serón, un pueblo de tradiciones

Nada más llegar al pueblo, nos saluda desde lo alto del casco urbano su castillo con la torre del reloj. Este monumento hace que Serón forme parte de la Ruta de los Castillos por tierras andaluzas.

El castillo es del siglo XIII, mientras que su torre lo es del XIX, en estilo neoclásico.  Su Iglesia Parroquial es del siglo XVII y conserva su armadura mudéjar. En la Plaza de arriba, donde se encuentra el Ayuntamiento del siglo XIX, también se encuentra la Ermita de la Virgen de los Remedios, de la misma época.

Mientras ascendemos por sus calles veremos también múltiples secaderos de jamón y tiendas de embutidos. Sin duda, merece la pena traerse un buen jamón o morcilla para deleitar nuestro paladar. Claro está, que hay más tipos de embutidos y ninguno tiene desperdicio.

Serón también cuenta con una pareja ilustre: Safi y Maribel. Los amantes del arte, pintura y escultura, no pueden dejar de pasar por el taller de Safi.

Si tenéis ocasión de hablar con su mujer, Maribel, os podrá contar absolutamente todo sobre el pueblo, ya que aparte de vivir ahí, es la persona encargada de hacer las visitas guiadas siempre que esté en su mano.

Amantes de la tierra

El conocimiento de Maribel sobre el entorno industrial de Serón es abrumador.

Con entorno industrial nos referimos principalmente a la mina de hierro de Las menas. Donde, de unas simples minas, nació un poblado entero, con su Ermita de Santa Bárbara, el hospital, oficinas, pabellón de obreros, talleres y varias casas de directivos y técnicos.

Alguno de estos edificios está en funcionamiento para disfrute del visitante. El camping y el restaurante funcionan, lo que hace que sea un destino ideal para pasar unos días en la naturaleza, siempre que no sea en invierno, ya que es zona de nieve.

El Centro de Interpretación de la Minería y el Parque Forestal, se pueden visitar.

Horario:

• Lunes: 10:00-14:00
• Martes: Cerrado
• Miércoles: Cerrado
• Jueves: 10:00-14:00
• Viernes: 10:00-14:00
• Sábado, domingo y festivos: 10:00-14:00 y de 17:00-20:00

Entrada: Gratuita

Su entorno natural privilegiado, también, ofrece esparcimiento para los que son más dados a lo natural que a lo urbano. Pueden darse un paseo hasta la Encina milenaria y seguir la Vía verde del hierro. Otra de las opciones puede ser parar en el Merendero de la Jordana. En este enlace, podrás encontrar más información sobre los senderos.

Toda la información adicional que podáis desear sobre Serón la podréis encontrar en su página de turismo o en el blog.

Así que espero que os animéis un día a subir y si veis a Maribel la saludéis de mi parte.

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