Colombine, el olvidado cóctel de Carmen de Burgos
'Aduana' servirá este trago tan almeriense que merecía un hueco en una barra de la ciudad
Carmen de Burgos (1867 – 1932) era almeriense. Fue pionera del periodismo femenino en España. Corresponsal de guerra, columnista y escritora. Fue una adelantada a su tiempo y en los primeros compases del siglo XX abrió debates tan interesantes como el del divorcio.
Su producción literaria fue muy fértil, con un buen número de novelas y ensayos. También publicó, por encargo, tres libros de cocina propios: ‘¿Quiere usted comer bien? Manual práctico de cocina’ (1917), La cocina moderna (1918) y ‘La Cocina práctica’ (1925).
Sus libros de cocina están bien documentados y con frecuencia muestra su erudición desarrollando largos textos sobre historia de la alimentación y citas de referentes de la gastronomía de la época.
A pesar de sus credenciales intelectuales, lo cierto es que la autora tuvo que defenderse con frecuencia de ataques misóginos derivados de su labor y exposición periodística. En una de sus biografías puede leerse “cuando algún imbécil pretende hacerme de menos me llama la ilustre autora de ¿Quiere usted comer bien?”.
Reivindicaciones sociales en los recetarios
En alguno de sus recetarios escribe una carta al editor para dejar claro que si bien acepta el encargo de redactarlo lo hace porque considera que dicho tipo de obras no van en detrimento del avance social de las mujeres.
Hay que tener en cuenta que los libros de cocina (y otras literaturas domésticas) eran el lugar donde las mujeres podían desarrollar y compartir a finales del siglo XIX y principios del XX sus ideas sobre el ideal femenino y opiniones acerca de temas sociales y políticos, ya que el público de estas ediciones era eminentemente femenino y pasaban bajo el radar del poder.
Por eso me gusta pensar que el amplio espacio que Carmen de Burgos reserva a la coctelería en alguno de sus libros de cocina es una reivindicación más de los derechos y libertades de las mujeres. Incluso se reserva un espacio para dar la receta de un cóctel bautizado como su firma literaria y periodística: Colombine. Me lo imagino como su trago favorito, el cóctel de Carmen de Burgos para ponerse frente a la máquina de escribir.
En la página 389 de ‘¿Quiere usted comer bien?’, entre el ‘cocktail de coñac’ y el ‘cocktail matutino’ encuentras la receta del ‘cocktail Colombine‘:
“Póngase en el vaso de composiciones:
- Dos cucharadas de azúcar disuelta en un poco de agua de seltz
- Dos cucharaditas de limón
- Una gota de esencia de vainilla
- Una copa de ginebra
- Una clara de huevo
- Un vaso mediano mediano de leche
- Y media cucharadita de agua de azahar
Poniendo todo esto en la cocktelera, con bastante hielo, se procederá a batirlo durante un minuto, colándolo y sirviéndolo en un vaso”.
Un cóctel para Aduana
Como quería probar el cóctel de Carmen de Burgos y me faltaba alguno de los ingredientes me fui a hablar con Catalina Landín, gerente de ‘El vino en un barco’ y ‘Aduana’. Recordaba que ella me había dicho que andaba buscando algún trago amable y divertido con el objetivo de tener su propio cóctel ‘almeriense’ de referencia.
Fuimos bastante fieles a la receta de Carmen de Burgos, salvo que cambiamos la leche por nata. No estaba nada mal pero pensamos que podía mejorarse. Probamos con varias ginebras y añadimos algún ingrediente extra hasta que dimos con un ‘Colombine’ que beberíamos hasta el desmayo. Ese es el que pronto se podrá disfrutar en ‘Aduana’ y cuya receta final guardaré en secreto.
Para Catalina Landín es un trago “con una historia trascendente de un personaje almeriense que merece tener un hueco en un barra de la ciudad. En honor a Carmen de Burgos se servirá con el nombre de Colombine”. Un domingo sin prisas, una copa de Colombine y un trozo de su tarta de limón. Ahí lo dejo…