1.400 kilómetros y 21 días pedaleando: el Camino de Santiago en bici desde Almería

Almería es el punto de partida más lejano a Santiago de Compostela de las rutas existentes en la Península Ibérica. Desde la catedral de la ciudad parte el Camino de Santiago Mozárabe, una ruta que cruza la provincia de Almería en la búsqueda de lo más profundo del ser que se atreve a emprenderla. Esta es la última aventura de Juan Torres, un almeriense que lleva años recorriendo países con su mochila a la espalda. Conocido como ‘Juan por el mundo’ por el nombre de su blog y sus redes sociales, lleva años viajando y compartiendo sus experiencias.

En busca de vivencias nuevas, y huyendo de la situación sanitaria que atraviesa el mundo, Juan buscó la forma de hacer un viaje diferente. Para ello, emprendió su primera experiencia como ‘cicloviajero’ acompañado de su bicicleta bautizada como ‘Fuju’. Una aventura que comenzó el día 14 de septiembre y que durante 21 días le ha llevado a recorrer la península sobre ruedas.

El Camino de Santiago no era la única opción de Juan a la hora de emprender su viaje. El plan era hacer una escapada diferente y “el camino” se topó con él. La idea de esta aventura partió de Raymond, un conferenciante autodominado “cicloinspirador” que tiene una web otravidaesposible.org y un libro ‘Llévame de viaje’, en los que propone que observemos la realidad del mundo y sus gentes desde una bicicleta.

La casa a cuestas

“Empecé a investigar y me gustó, pero sabía que por el Coronavirus iba a tener limitaciones con los alojamientos, que no iba a haber albergues abiertos e iba a tener que viajar con la máxima autonomía posible”, describe Juan. Por ello cogió la carga, las alforjas, la tienda de campaña y el saco de dormir y emprendió su camino que comenzó en la Catedral de Almería. Este aventurero anteriormente ha viajado haciendo ‘couchsurfing’, un sistema para alojarse en cualquier parte del mundo de forma gratuita, en casa de locales con el objetivo de hacer intercambio cultural.

Juan lleva años contando sus experiencias viajando por todo el mundo a través de las redes sociales, describiendo los pasos que da en cada una de sus aventuras. En esta ocasión ha sido diferente. Y es que el cicloturismo no es del todo compatible con el uso continuado de las redes sociales. Aún así, no ha abandonado a sus seguidores y siempre que podía sacaba un hueco para contarles su periplo cruzando el país.

El viaje lo ha hecho sin programación y pedaleaba sin saber cuál sería su próxima parada ni el sitio donde dormiría esa noche: “sabía que cuando llegara al sitio lo iba a ver, e iba a saber que era el lugar donde me apetecía pasar la noche”. Hay días que ha hecho hasta 100km y otros que han sido 35km, y dependía mucho de las condiciones climatológicas, del terreno y de su estado físico y mental.

Conectar con la gente

Para su alimentación buscaba los supermercados, tiendas de pueblo y bares en cada una de sus paradas, e incluso ha tirado muchas veces de lo que la naturaleza le ofrecía, cogiendo higos, uvas, moras… Además, en sus paradas la gente también obsequiaba con productos del pueblo: “una mujer vino a regalarme pan, chorizo, queso, sardinas…”.

Este viaje que le ha servido para desconectar de las noticias que invaden nuestras pantallas y altavoces y conectar con la gente. Y es que juan se siente agradecido por el trato de las personas que se ha encontrado por el camino, desde el primer pueblo hasta el último. Vecinos que le han abierto las puertas de sus huertos, frigoríficos y casas. Y es que en una de sus paradas hasta le ofrecieron un lugar para dormir. “La gente es buena, yo me he reconciliado con el mundo a pesar de las noticias que nos llegan”.

Después del accidente que tuvo en Vietnam hace tres años, este viaje ha sido una forma de poner a prueba su pierna, después de pasar varias veces por quirófano y la rehabilitación. “Estoy muy contento con el resultado, la pierna ha respondido genial y al final los límites los pone la cabeza”. Una aventura que le ha servido para «meditar sobre la bici» y disfrutar del camino. “Llegar a la Catedral de Santiago fue una mezcla de emoción, nervios, ilusión y también un poco de << ¿y ya está? >>”.

La ruta de ‘Juan por el mundo’ en imágenes