Cultura y ocio

Todo lo que no sabías del Cerro de San Cristóbal

Ginés Valera nos explica con detalle toda la historia que hay detrás del santo

Para comenzar este nuevo apartado de Almería Is Different en el Cerro de San Cristóbal, tengo que presentaros a Ginés Valera, un almeriense licenciado en Derecho, entre otros muchos títulos, pero sin embargo lo que más puedo destacar de él es su amor por la historia de Almeríay su patrimonio.

En este post conocemos de una forma diferente algunas curiosidades que muchos almerienses desconocen del Cerro de San Cristóbal situado en el caso antiguo de la ciudad. La primera parada ha sido en El Rinconcillo, que en un pasado fue una tienda de antiguos efectos militares y sombreros.

Actualmente es un local de ocio, pero durante las obras de remodelación dieron con parte del muro de la ‘Puerta de Pechina’. Dicho muro, fue reutilizado como soporte de carga para alojar las vigas de un Cuartel de Milicias y luego, la vivienda burguesa de Ginés Orozco, hijo del liberal Ramón Orozco. La puerta de Pechina era la principal de Al Mariyya árabe que se unía por un camino con Bayyana, Pechina.

A continuación, hemos subido por la calle Antonio Vico, antiguo trazado de la muralla de Jairán, que bajaba hasta la ‘Puerta de Pechina’ y por el actual Paseo. Esa muralla del siglo XI fue demolida en 1855.

Hemos hecho parada en un solar de una pequeña casa demolida que, al excavar, ha dejado al descubierto un fragmento de esa antigua muralla.

Seguimos ascendiendo por el vial e inclinado asfaltado que sesea buscando la meseta del antiguo monte Layham, en árabe, hoy Cerro de San Cristobal.

Nos hemos detenido en lo que, echando imaginación, parecían los restos de una Cruz en la roca.

Las cruces templarias

Tras hacer parte del ascenso, hemos contemplado por fin las dos supuestas Cruces Templarias talladas en la lastra de la piedra. Separadas por unos metros, son Cruces patadas, de estilo templario, una en hueco y la otra en relieve, con una pequeña Cruz griega incrustada en el centro. Una de ellas tiene en su parte inferior una oquedad, como para arrodillarse.

Según cuenta la leyenda Caballeros Templarios se coaligaron con Alfonso VII en la primera reconquista de Almería en 1147 a modo de Cruzada. Y al parecer les adjudicaron allí un pequeño castillo con capilla dedicada a la advocación de San Cristóbal. El patrón de los viajeros, muy vinculado con la orden templaria que protegían a los peregrinos que visitaban los sagrados lugares.

Los almohades reconquistan Almería en 1157, que volverá a ser musulmana hasta las Capitulaciones de los Reyes Católicos en 1489. Algunas de las hipótesis que se barajan es que sean cruces de algún vía Crucis anterior al del Señor de la Pobreza. Otra de ellas, que los símbolos pertenecen al atrezo de alguna película o algún tallista de la Escuela de Artes haciendo prácticas, sirvieron para cristianizar el antiguo monte musulmán. Y por supuesto, hay quien considera que no son templarias por creer que hay cortes de sierra radial.

Seguimos subiendo y nos han llamado la atención restos de base de monolitos que fueron las 14 Estaciones del añorado Vía Crucis del Señor de la Pobreza. Eran de mármol y tenían incrustada una Cruz latina de madera, con numeración romana. En el mirador se conservan algunas de esas bases de cemento.

El Señor de la Pobreza

El Señor de la Pobreza, esculpido por Espinosa, tuvo su Vía Crucis de 1947 a 1966, saliendo a las 5 de la madrugada los Jueves Santos desde la Iglesia de las Claras, al encuentro con el Sagrado Corazón de Jesús, hecho en mármol blanco por Navas Parejo y bendecido en 1930.

En la guerra sufrió desperfectos y la Ermita de San Cristóbal fue incendiada. Fue restaurado por Perceval y el pedestal por Guillermo Langle. En 2000 volvió a restaurarse por Mármoles Arriaga y se ejecutó su actual peana con arcos y cuatro columnas.

Andando un poco más hemos cruzado la Puerta de la Almudayma, que penetra la muralla de Jairán. Hemos distinguido tres estilos constructivos pertenecientes a distintas épocas. Una cara está perfectamente conservada con hormigón armado de la época de Prieto Moreno, en la postguerra.

En el resto, hemos visto reconstrucción de la cimentación de una torre con bolaños de piedra, pertenecientes a las catapultas de los asedios. Hay torres cuadradas musulmanas muy deterioradas por haberse realizado con tapial, argamasa y mampostería. La leyenda cuenta que las torres semicirculares, pertenecieron al Castillo de los Templarios.

Al final de la muralla se ve enfrente la Alcazaba, debajo la Hoya Vieja y el Parque de Rescate de Fauna Sahariana, con sus gacelas y las murallas restauradas parcialmente con acero corten a modo de corsé para evitar su ruina.

Nuria Faz

Periodista especializada en información y comunicación científica, y en marketing y comportamiento del consumidor por la Universidad de Granada. Fotógrafa de título y de oficio. Amante de la música y los festivales. El Cabo de Gata es su lugar favorito del mundo, amor que se tradujo en un documental ganador del Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés 2017.

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