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El AVE a Almería, una pesadilla sin estación final

Almería tiene derecho a tener un tren digno y una conexión nacional e internacional de calidad

Almería lleva años, por no decir décadas, siendo una isla en materia de comunicaciones ferroviarias junto a otras provincias, como Jaén, y comunidades autónomas, como Extremadura. A finales de noviembre, en un acto empresarial en defensa de la infraestructura ferroviaria en la localidad alicantina de Elche, el ingeniero murciano Francisco García Calvo comentó que “Almería sigue siendo la provincia peor tratada en el Corredor Mediterráneo”. Y no es para menos. La provincia lleva casi ocho años sin obras en la vía férrea, salvo excepciones de soterramiento de vías en suelo urbano y poco más.

Hay que remontarse a comienzos de la segunda mitad del siglo XIX para encontrarnos con las primeras referencias a la necesidad y a la acción de queja por conectar Almería con el resto de España por medio del ferrocarril. Hasta entonces, ciudad y provincia se encontraban en una situación de aislamiento con el resto del país.

Lucha reivindicativa

No es hasta finales del siglo XIX en el que, gracias a la lucha reivindicativa de la prensa local, la opinión pública y el nacimiento de grupos de ciudadanos que se asociaron en plataformas en favor del ferrocarril, comienzan a verse los primeros kilómetros de vías férreas en la provincia. Por supuesto, este proyecto no quedó exento de todas las dificultades posibles a la hora de construirlos.

A finales del siglo XX, en la década de los 90, tanto la Cámara de Comercio de Almería como la Confederación Empresarial de la Provincia de Almería (ASEMPAL) se unieron a las reivindicaciones que en 1989 iniciaron distintos sectores sociales y sindicales por un tren digno en la provincia, y que en la actualidad continúan con dicho debate. El que fue vocal de comunicaciones de la Cámara de Granada en su momento, Francisco González de Castro, comentó que “esta idea debe calar en la sociedad para que ésta sepa exigir a sus representantes una infraestructura a la que tiene derecho”.

Revisando el pasado, parece que nada haya cambiado desde entonces. Casi 150 años después, Almería sigue reivindicando su ferrocarril. Esta vez es el turno del AVE. Un Alta Velocidad que no acaba de llegar a la capital. Al igual que en el periodo de 1870 a 1890, las trabas siguen siendo similares: la orografía del terreno, cambios frecuentes en el trayecto, la creencia en la poca rentabilidad de este a nivel demográfico, la falta de inversión, como ya ocurrió tras la Guerra Civil, y, como no, las promesas incumplidas que aún, en la actualidad, aparecen en algunos monólogos políticos.

Mesa del ferrocarril

De poco han servido las concentraciones que se han organizado por parte de la Mesa del Ferrocarril para reivindicar que el AVE llegue a la capital lo antes posible, o que haya un tren digno para la provincia. Los almerienses siguen siendo ignorados. Las comunicaciones ferroviarias llegan a rozar el nivel tercermundista en pleno siglo XXI en España. En 10 años, Almería ha perdido más de la mitad de los usuarios de tren y, en ciertos casos, el tiempo de sus trayectos es mayor que en finales del siglo XX.

Almería tiene derecho a tener un tren digno y una conexión nacional e internacional de calidad, ágil y directa con el resto de España, sin dar tanto rodeo para llegar a un destino. Sin una red ferroviaria decente, Almería no puede continuar por la vía de la prosperidad para convertirse en una parte importante del ámbito turístico costero y de interior de Andalucía, de España y para el mundo, además de otros aspectos como el económico y, por qué no, el demográfico que afectaría de manera positiva al laboral.

Tanto administraciones públicas como almerienses y medios de comunicación deben fijarse en sus antepasados de hace siglo y medio que lucharon por una Almería mejor, tomar ejemplo de ellos, reivindicar y exigir la aceleración de las obras del AVE a la ciudad con una fecha definitiva, cercana y veraz. Todos juntos debemos ser ese empuje importante para que tanto Almería como la provincia, una vez más, no pierdan el tren del progreso y no vuelvan a llegar tarde a la estación del futuro.

Antonio Perez

Periodista graduado en Comunicación por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). DJ novato con certificado de Pioneer. Breve estancia en la Cadena Cope Cataluña y Andorra. He escrito algún artículo de opinión para diferentes medios de Almería. Apasionado de la música, la cultura y el misterio. Un enamorado de Almería.

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