La vida ‘cancanera’ de Catalina Georgeta: indios, vaqueros, pistolas y mucho baile

Catalina Georgeta Bogdan tiene 32 años y dice ser una chica sencilla. Hace trece años que voló desde Rumanía, su país natal, a España. “Vine de visita a ver a mi mejor amiga, que llevaba aquí un año y al final me quedé yo también”. Lleva 11 años en el mundo del espectáculo en el Parque Temático Oaysis Minihollywood de Tabernas, donde lleva a cabo lo que hace levantarla de la cama cada día de un brinco, el baile. Lleva formándose en baile desde el año 2014 en la Escuela de Danza María del Mar Salmerón. Aquí practica distintas disciplinas de la danza de rocambolescos movimientos como la escuela bolera, la danza estilizada o el flamenco.

Aunque tan solo hace 6 años que Catalina empezó su formación, nos cuenta que desde pequeña siempre le ha gustado el baile y siempre ha practicado bailes regionales del norte de Rumanía, conocidos como ‘dansuri populare din Bucovina’. “Son bailes en pareja, mujer y hombre, y hay mucha variedad de pasos. El más típico es el que se baila en círculos grandes, que se llama ‘hora’, donde hombres y mujeres bailan en parejas, y luego, todos juntos”.

Jugando a indios y vaqueros

Catalina Georgeta, o más conocida como Catherinne, pasa el día entre bambalinas, cancanes y vaqueras. “Desde que me visto, comienza la actuación. Cada conjunto de ropa es característico de cada personaje; se trata de seguir siendo tú mientras das vida al personaje que interpretas”. Todo para que los visitantes que vengan el Parque se rodeen de una atmósfera creíble y vivan la experiencia al más puro estilo western. La danza es su pasión y así lo muestra en cada actuación que realiza en el poblado.

“India” es el apodo que recibe Catalina porque pasa casi todo el día interpretando este personaje. Pero a veces también actúa como vaquera, señorita o chica de salón. “Cada personaje que interpreto, y según el vestuario que lleve, me hace actuar de una forma u otra, siempre acorde con sus características”.

Nos cuenta que le encanta el poblado. Tanto lo que encierra sus decorados, como lo que rodea al Parque Temático Oasys Minihollywood. “Una cosa de la que me enamoré nada más llegar fueron las montañas que lo rodean. Llevo 11 años y medio trabajando allí y no me canso de mirarlas. Cada vez que tengo ocasión, las capturo en fotografía”.

El poblado del Minihollywood en sí es increíble para ella también, pues añadía que “cada edificio cuenta una historia distinta”. Su favorito es el ‘Saloon’, al que considera como su propia casa, porque pasa sus días aquí junto a sus compañeras, dándole vida con sus bailes y espectáculos.

Anécdotas

“La verdad que hay muchas y todos los días surge algo, porque son espectáculos en directo”. Pero, sin duda, la que recuerda mejor es el momento que más lejano se encuentra en el tiempo. “Fue en mi primer año, al principio, cuando acababa de llegar. Cuando tenía que actuar y dialogar en un espectáculo, por mi escasa pronunciación, me salían expresiones con otro significado totalmente distinto”. Lo recuerda con cariño, porque añadía que tanto ella como sus compañeras pasaban los ensayos riendo cuando esto ocurría.

Aunque también recuerda otros momentos, como el vivido en Almería Film Western Festival. Aquí conoció a la actriz italiana Claudia Cardinale. “Hemos tenido el honor de tenerla en nuestro vestuario y compartir esos ratos con ella. Nos miraba a todas, apreciando nuestro vestuario, las fotos, la ropa y no sé, se le notaba que le gustaba. Fue un momento especial”.

También ha habido alguna que otra caída, tropezones, “despelotes” sin intención y otros infortunios en el Minihollywood de Tabernas.  Pero, a pesar de ello, hay que seguir el espectáculo con profesionalidad, “sin que se note que, por dentro, te estás muriendo de risa. Lo pasamos genial y somos un equipo fantástico de bailarinas-hermanas”.

También al piano

Catalina o “Catherinne” no termina de explorar sus facetas artísticas y, además del baile, es una apasionada del dibujo y la música. “Desde pequeña me gustaba, y me sigue gustando”.

No lo toca profesionalmente, pero su instrumento favorito es el piano. Nos cuenta que hace 10 años se compró uno y que ha aprendido a tocar de manera autodidacta y con la ayuda de una compañera cantante del Parque. “Tenemos un espectáculo que comienza dando la bienvenida a los visitantes con una canción; aquí yo toco el piano”.

Catalina Georgeta se siente agradecida cuando los visitantes del Parque Temático la felicitan por su trabajo. Para ella es muy gratificante que las personas, entendidas de la danza o no, se acerquen a ella para alabar su trabajo y esfuerzo.