Una almeriense en Japón
Los precios de la fruta, los saludos y la cultura del respeto son algunas de las cuestiones culturales que llaman la atención del recién llegado
Ser española en Japón es un choque cultural bastante importante, pero si le sumamos ser almeriense el cortocircuito esta asegurado amigos ??. Ya llevo unos meses desde que comencé mi aventura nipona y aunque aún es poco tiempo os aseguro que lo suficiente para entender que esto es “otro mundo”.
He de reconocer que me esta encantando la experiencia, estoy aprendiendo muchísimas cosas que pienso aplicar a mi vuelta y sobre todo me esta impresionando mucho los valores de respeto de esta sociedad, pero también os lo digo, no imagináis lo que echo de menos esas cosas tan nuestras como, la cercanía entre las personas, la comida o el pedazo de que clima que tenemos, enserio, no lo imagináis y como quiero que lo hagáis, hoy os traigo 3 cosas de Japón de nuestras diferencias y de mi experiencia con ellas.
Espero que os guste la entrada, me encanta traeros curiosidades de esas que no se cuentan en las guías de viajes, así que no me entretengo mas, ¡Vamos a verlas!
La fruta y la verdura en Japón
La verdura y la fruta en Japón es una de las primeras cosas que me impactaron cuando comencé a vivir aquí. Hay mucha verdura que no conozco (estoy en ello), mucha de la nuestra que aquí creo que no existe y otra mucha que la venden como si fuera caviar, por gramos y a precio de riñón. La fruta directamente la denominan “articulo de lujo” no os digo mas… Esta es una de las primeras cosas que me dieron el primer revés de nostalgia con mi tierra, en ocasiones no sabemos lo afortunados que somos de tener cosas tan fundamentales, sanas, ricas y de calidad a precios tan razonables.
¿Cómo es posible que un tomate de una variedad normal cueste casi un euro? Estoy para hacer aquí gazpacho sabéis… menudo despropósito ???.
La verdura y la fruta es increíblemente cara y mi alimentación se basa muchísimo en ella así que me podéis imaginar “luchando” en el supermercado cada vez que sacan una oferta en esta sección porque amigos, no os creáis que es fácil, la gente se prepara para coger algo en las bajadas de precio más que para hacer un triatlón, por eso son los momentos mas interesantes de ir a comprar ( ??aunque Mauro los odie y me critique por ir a la batalla de la oferta ???), pero sobre los supermercados os hablaré más adelante, dan para varias entradas ???.
Los saludos
No hay nada mas bonito en el mundo que tocarse (a ver, entendedme ??) y abrazar a alguien que te hace ilusión ver o que adoras. Incluso si me apuras y es alguien que no ves hace tiempo el saludo se hace mas efusivo y levantas la voz con alegría sin estar mal visto, para que nos entendamos, el típico saludo:
¿¡Qué pasa nene/sæcio cuanto tiempo?! ¿Como estas? (tono alto, súper abrazo, dos besos, me cuadra también un choque de manos antes y cercanía máxima??).Bueno pues eso aquí os olvidáis totalmente.
Para Japón, el saludo esta ligado con el respeto (justo de lo que hablaremos abajo) y se hace en forma de reverencia.
Aquí los saludos normales se hacen con un espacio mínimo de medio metro a un metro. Inclinación de tronco con cabeza, voz baja y un: “konichiwa” que, aunque se escriba así en la práctica se hace con un tonito agudo casi cantado y alargado estilo “konichiwaaaaa” y se mete en el sentido (dependiendo de la hora del día dependerá la palabra del saludo). Os prometo que a algunos amigos de aquí me dan ganas de decirles, que konichiwa, ni konichiwo, dame un abrazo hombre pero, luego siempre pienso que la de fuera soy yo y por lo cual, la que se tiene que adaptar. (Se me va bastante la olla ?? algún día con 2-3 vinos ya os contaré si me he vuelto loca dando abrazos ??intentaré que no).
La cultura del respeto
El respeto es uno de los principios de la sociedad japonesa y se inculca de generación en generación, pero no os hablo del respeto normal que debemos de tener todos hacia las personas, os hablo del respeto como filosofía de vida, con todos y hacia todo.
Quiero que veáis este video, del mundial de Rusia de futbol en 2018, merece la pena e incluso a mi me emociona, soy una blanda lo sé, pero es que creo muchísimo en las personas (aún habiendo de todo en “la viña del señor”) y creo que podríamos aprender mucho de esta sociedad ❤️.
Su respeto hacia todo es algo que me llama la atención a un nivel altísimo, puedes verlo en cualquier cosa, por ejemplo: Se disculpan 100 veces si chocan contra alguien, realizan las colas hacia los transportes o en la compra o en cualquier lugar totalmente estructuradas y en silencio, cuidan el mobiliario urbano, se dirigen a ti siempre sonriendo y algo que me parece sorprendente, no hay papeleras en casi ninguna calle ni parque, la gente se lleva a casa su basura y allí la separa para reciclar.
Japón también es el país que más respeto y veneración tiene por sus ancianos, de hecho, cuenta con su día festivo, muy importante para la sociedad, cargado de significado y mensaje para las nuevas generaciones, a las que se les transmite la importancia del respeto a los adultos mayores.
Bienestar colectivo
Desde que son muy pequeños se les educa en el bienestar colectivo, en que todos los espacios son responsabilidad de todos, en que hay que tratar a las personas con cordialidad y armonía y en que hay que cuidar y respetar a los ancianos. Para ello desde niños conviven con responsabilidades y disciplinas, tanto en el colegio como en casa y aunque admito que no estoy de acuerdo en su totalidad en su sistema educativo (ya os contare cosas mas adelante en otra entrada), también reconozco que es todo logro y un esfuerzo haber conseguido en la formación escolar inculcar unos valores fundamentales, como los buenos modales, la tolerancia, la limpieza o el respeto por las personas y la naturaleza, así el alumno va adquiriendo estos códigos de forma natural.
Alice Gordenker, columnista del diario ‘The Japan Times’ durante años narró la experiencia de sus dos hijos dentro de este sistema: “Este proceso incluye instrucciones explícitas de cómo ir solos de casa al colegio de una manera segura, cómo empacar por sí mismos sus enseres para una excursión o cómo cuidar de sus cosas. Cuatro veces a la semana, los niños dedicaban 20 minutos al o-soji“, una tarea que consiste en adecentar la escuela e incluye pasar el polvo, barrer y fregar suelos de pasillos, clases y escaleras e incluso limpiar los baños”.
Es curioso como en Brasil o Estados Unidos se ha criticado bastante esto, sin embargo, ellos lo ven “como parte de una rutina, no un castigo”. Personalmente creo que entre todas sus ventajas también seriamos más conscientes todos, es decir, creo que si tu sabes lo que cuesta limpiar y valoras que tus compañeros sean cuidadosos, procuraras también ser mas cuidadoso y esto aplicado a cualquier cosa en tu vida o al hogar, si quieres que te respeten, respeta.
Sin amigos de lo ajeno
Lo que es increíble es que, en este país, gracias a su educación (e insisto, no es perfecta) te puedas dejar la mochila de entrene con tus cosas, la bici… en una punta del parque a kilómetros y vuelvas y nadie toque nada. Te dejas en una tienda el paraguas y días después allí lo tienes y algo que especialmente me encanta y que ojalá lo consiguiéramos nosotros, puedes ir a bañarte a la playa tranquilamente sin preocuparte de lo que dejas en la toalla ?????????.
¿Qué maravilla verdad?. Nunca olvidare mi primer día en este país y sobre todo lo que me dijo Andrés (la persona y ahora amigo que me recogió y acompaño mis primeros días en Japón) la primera vez que fuimos a comer antes de quedarme sola en Narita, tengo la situación grabada a fuego en mi memoria: “Mónica te enseño donde quedan los baños, (me dirijo a coger las cosas de la mesa), tranquila, podemos dejarlas ahí, estás en Japón”.
¿Qué os parece amigos? yo estoy encantada aquí y aunque hay cosas que me chocan o no me gustan, el conjunto me parece maravilloso. Japón tiene muchas cosas que enseñarnos, pero creo que yo también puedo enseñarles un poco ???????? así que, me he propuesto que conozcan algunas cosillas muy almerienses…