Una escuela de teatro en el corazón de Almería

Soy un emigrante artístico. El teatro me alejó de Almería y ahora me ha hecho volver. Y no puedo estar más orgulloso. En su día, cuando era estudiante, agoté todas las posibilidades de aprendizaje que ofrecía nuestra ciudad. Y cuando quise más, tuve que irme. No había más peldaños en esa escalera. Hoy, la gran noticia es que los almerienses podemos elegir entre irnos de nuestra tierra o formarnos aquí porque la Escuela de Arte Dramático y Cine de Almería es una realidad.

Si hablamos de oportunidades, esta escuela es un dinamizador cultural que en menos de dos años ha cuadruplicado su alumnado y que ofrece tanto formación a todos los niveles (junior, juvenil, adultos, sénior, Estudios Superiores) como experiencias escénicas de nivel profesional (para todos/as). Y además ofrece como aula un teatro centenario en continua efervescencia artística. Un lugar al que pertenecer.

Café Teatro

Si pienso en mí hace veinte años, fue mucho lo que aprendí antes de irme de Almería. Tuve la suerte de vivir en una época con pocos recursos pero cargada de ilusión y energía por parte de la gente del gremio. Tuve opción de cursar una EATP de teatro en el instituto con mi profesora y después directora artística Ascensión Rodríguez Bascuñana. Cuando hoy mismo el teatro sigue siendo una asignatura muy necesaria que se queda fuera de los programas de estudios. Después entré en el aula de teatro de la Universidad de Almería, que entonces estaba gestionada por la asociación “La Secuela”. Y allí hice de todo. Desde café-teatro, monólogos (con Ángel Arqueros), Brecht (con Antonio Fernández), Chéjov (dirigido por David Del Pino), hasta teatro clásico a las órdenes de Javier Mateo para las Jornadas de teatro del Siglo de Oro de Almería, (dirigidas entonces por Antonio Serrano). Tuvimos la suerte de ser el espectáculo principal del festival. Y en todos esos años siempre tuve un sitio donde ensayar y actuar.

Estudiar dentro del Cervantes

Hoy, gracias a la iniciativa de Kuver Producciones, el Teatro Cervantes no solo cumple esa función sino que la aumenta y proyecta: desde personas que están iniciándose y gente que nunca ha actuado, a colectivos con experiencia que quieren seguir haciendo teatro. Pero hay una gran novedad: los que quieren dedicarse profesionalmente al arte escénico tienen, además del teatro, un profesorado titulado con experiencia artística, un corpus completo de asignaturas (muchas de ellas no hay otra forma de poder estudiarlas hoy por hoy en Almería) y una productora a disposición del alumnado todos los días de la semana. Ciento veinte horas al mes. Eso nunca lo habíamos tenido y ahora está en el mismo Paseo de Almería.

Hace 20 años los teatros de Almería eran casi inaccesibles. Por eso teníamos que actuar en los pubs de la provincia y otros espacios no convencionales. Ellos nos permitían crecer, probar sketches, mientras que el Ayuntamiento en aquel entonces nos ponía dificultades en lugar de apoyar de verdad a sus futuros artistas. Lugares como el ZH²On, el Georgia, La Luna o Malevaje fueron importantísimos para los artistas en formación como yo. Ahora tenemos espacios de pequeño formato como la Emma, La oficina, La Guajira, y espacios off/off como la Tetería de la calle de las tiendas. Y a todos ellos hay que sumarle el Teatro Cervantes. En su día, ensayábamos en una sala del colegio Freinet que estaba muy mal conservada (risas), pero tenía un escenario. Para nosotros, era un lugar mágico. Un sitio donde quedar, conocer gente y hacer lo que nos gustaba. No puedo estar más agradecido a todas las personas que cuidaron de nosotros y todo lo que aprendimos con ellas.

El antes y el después del teatro en Almería

Me enorgullece que 20 años después de aquello, los alumnos de mi Escuela puedan sentirse igual en el escenario y aulas del Teatro Cervantes. Este edificio es mágico. Y ofrece oportunidades que yo no tuve de joven, porque desde el primer momento hay una productora pensando en ellos. Así, la Escuela tiene ya un espectáculo de gran formato listo donde actúan nuestros alumnos de 2º, una sala alternativa de proyección escénica que empezará a funcionar a finales de verano, trabajos de clown, de Commedia dell’ Arte o performance extraídos de sus trabajos en las asignaturas; sin contar con las prácticas externas que les permiten formar parte de otros espectáculos y actuar también en otros espacios. Un conjunto de posibilidades que aumenta sin parar.

A todo eso hay que sumarle el hecho de vivir el día a día de un espacio escénico que no deja de realizar actuaciones y eventos con artistas y creadores de primer nivel. A diferencia de otros centros, no tienes que esperar a terminar tus estudios para conocer la realidad profesional, convives con ella diariamente. Por eso creo que debemos sentirnos muy contentos con la Escuela del Cervantes. Los artistas del presente estamos en ella para ayudar a crecer a los artistas del mañana. Y los ayudamos haciendo que actúen hoy, ya. Y todo esto sucede “entre cajas”, y “sobre las tablas” del Teatro más vivo y más hermoso de la ciudad.

¿Te interesa? Pues los próximos 8, 9 y 10 de julio tienes la última oportunidad para pasar las pruebas de acceso. Toda la información en la web de la Escuela de Arte Dramático y Cine de Almería.