Un piano en las canteras de Macael: el mármol se adueña del proyecto ‘Latidos’
El interiorista Javier Escobar lleva a Madrid la esencia de la naturaleza almeriense
El ejidense Javier Escobar presenta su proyecto ‘Latidos’ en Casa Decor 2021, un evento que muestra las últimas tendencias en interiorismo, arquitectura, diseño y arte en la capital española. La 56ª edición de este evento, del 13 al 27 de junio, tendrá lugar en la Casa de Tomás Allende, una vivienda ubicada en el número 3 de la Plaza de Canalejas de Madrid. Aquí es donde Escobar ha diseñado y llevado a cabo la ejecución de este proyecto, con el mármol de las canteras de Macael por bandera.
‘Latidos’ funciona como un despacho nada tradicional. Un espacio que refleja el arte urbano, los elementos de la naturaleza y la artesanía al más puro estilo del interiorista. En él mezcla colores, texturas y acabados del material protagonista de esta obra: la piedra natural de las canteras de Macael.
Naturaleza almeriense
Este espacio no es más que el reflejo y la pura proyección de su propia vida. El objetivo principal de este despacho es conocer de cerca a su autor; qué es lo que le ha influido para caminar y llegar hasta la actualidad. Un reflejo de sus experiencias plasmadas en un único proyecto.
Es así cómo, Javier Escobar, utiliza los elementos más puros de la naturaleza almeriense para presentar ‘Latidos’ en Casa Decor 2021 y mostrar su pasión por el arte, el graffiti, el diseño y la música clásica. Localizaciones tan épicas del horizonte de Almería, como las canteras de mármol o la Geoda de Pulpí, cumplen así un papel protagonista en su vídeo de presentación.
Así es ‘Latidos’
El proyecto para Casa Decor 2021, ubicado en la planta 2 del edificio, funde en su composición una gama al 80 % en tonalidades de blancos, con tonos neutrales y minimalistas. En ‘Latidos’ cobra fuerza el arte urbano y la naturaleza, creando un espacio acogedor y nada convencional. “Cada rincón de este espacio tiene un sentimiento, una historia y un porqué”.
Un pilar de escayola y cuarzo capta la atención de cualquiera que pasa delante del despacho. Apoyado sobre él, se erige una escultura de una ghetto blaster, símbolo del hip hop de los años 60. El centro del espacio se halla ocupado por una mesa principal de mármol blanco de las canteras de Macael y granito; una combinación que contrasta, y suaviza a la par, el color blanco del resto de la habitación.
El interiorista le da un ‘twist’ a las tradicionales librerías de los despachos, convirtiendo una de las paredes del espacio en esta pieza mobiliaria. Realizada en roca, la estantería lleva consigo acabados en escayola y polvo de mármol blanco. Todo esculpido con técnicas artesanales. El centro del espacio lo culmina con una lámpara de cadenas de aluminio anodizado.
“Para el revestimiento de las paredes hemos usado una técnica mixta entre lettering urbano y revestimientos envejecidos en blanco, para simbolizar el arte de galería y el graffiti”. Al fondo, un cuadro de gran formato de la artista Inés Valls Fortuny, actúa como colofón de esta obra de interiorismo.