Un grito histórico por unos precios justos en la agricultura

Tan unidos como distanciados entre si. Así han salido a la calle hoy más de 10.000 agricultores tras la llamada de las principales organizaciones agrarias de la provincia bajo el lema #AgriculturaEnExtincion19N . Una convocatoria en busca de la unidad como solución para reivindicar los precios justos en un sector productivo que está en peligro: la agricultura.  

Un parón ‘casi generalizado’ con la intención de dar a conocer sus reclamos y demandar medidas que pongan fin a los bajos precios que no satisfacen los mínimos costes de producción. Los invernaderos, esos lugares en los que casi ni los domingos hay descanso, este martes permanecen cerrados mientras que en los almacenes y alhóndigas no ha sido tan generalizado.

A las organizaciones agrarias se han sumado empresas de la industria auxiliar, así como asociaciones como ‘Agricultura Viva en Acción’ y ‘La Unión de Agricultores por unos Precios Justos’. Comunidades de trabajadores que han reivindicado su presencia en los medios de comunicación por ser “un eslabón primordial y los dueños del producto”.

La manifestación en cifras

Las organizaciones agrarias ASAJA, UPA y COAG Almería junto a COEXPHAL y ECOHAL, organizadoras y convocantes de la movilización han ido a la cabeza de más de 20.000 agricultores y profesionales del sector, según las cifras que estos barajan. Según otras fuentes, serían algo más de 10.000 personas, en una manifestación en la que prima la calidad de las soluciones por encima de la cantidad.

Las cifras realmente importantes en este momento son las de los precios bajos que recoge el sector en origen. Aseguran, se trata de un problema político en el que, en escala, desde la Junta de Andalucía, pasando por el Gobierno central y, finalmente, en Bruselas, han de proteger al sector y al pequeño agricultor frente a la entrada de competencia desleal por parte de los países terceros en el entorno europeo.

Máxima participación en un camino con baches

La manifestación se ha iniciado en el Parque de las Almadrabillas de la capital y ha acabado en la Plaza de Emilio Pérez. Un encuentro que ha supuesto un camino en el que organizaciones han tenido diferencias con grupos de agricultores que no se sienten representados por ellas. Una situación que han tenido que obviar para poder seguir la lucha por la que se ha parado un sector al completo en la provincia.

Al final de este camino, un poco espinoso, se ha llevado a cabo la lectura de un manifiesto en el que se han sentado las bases de las demandas del sector.

Soluciones

El periodista David Baños ha sido el encargado de poner voz al manifiesto. En él se ha destacado como principal problema los márgenes comerciales de más del 500% con respecto al precio que recibe el agricultor, por debajo de los costes. Así, se hace necesaria una reglamentación europea que evite las imposiciones comerciales de las cadenas de distribución, así como medidas para el control de importaciones extracomunitarias. De este modo, los agricultores quieren también controlar y erradicar el etiquetado fraudulento de estos productos que no nacen sus tierras, pero se etiquetan como tal.

Además, reclaman agua de calidad y a un precio asequible, un plan de higiene rural, así como la reducción de costes de producción bajando los precios de la energía, el agua y los impuestos. Finalmente, se lamentan de que la inmigración ilegal se siga relacionando con la agricultura, en “un sector económico con 60.000 extranjeros en la Seguridad Social cada año».

Un problema que no solo afecta a los agricultores sino también a la industria auxiliar y al transporte, en un día en el que se ha eliminado a los intermediarios. En el que las organizaciones, alhóndigas, asociaciones y agricultores se han mirado a la cara busca de una “justicia divina” que demandan cada año desde hace bastante tiempo.