Una ruta a pie para conocer el casco histórico de Berja
En el itinerario se aprecian las huellas de devenir del tiempo y sus dos modelos diferenciados tras el desarrollo urbanístico
Situado al pie de la Sierra de Gádor, se encuentra Berja. Un municipio que destaca por la presencia de numerosos manantiales y por la belleza de su casco histórico. Antonio Campos, director del Centro Virgitano de Estudios Históricos, explica en uno de los itinerarios que ofrece la oficina municipal de turismo de Berja, que en su desarrollo urbanístico han quedado las huellas de devenir del tiempo, y que así podemos observar dos modelos bien diferenciados. Uno de origen musulmán, de trazado irregular y cuyo viario se articula en torno a las acequias que abastecían a la población. El otro, de tipo ortogonal, ordenado en manzanas regulares, fruto del ensanche decimonónico propiciado por el esplendor minero.
El itinerario
El itinerario que ofrece este documento es para realizarlo a pie y no perderte ningún detalle del municipio. “El agradable paseo por las calles propuestas en este recorrido permitirá al visitante impregnarse de la idiosincrasia virgitana y disfrutar de un marco incomparable cargado de los siglos de historia”, asegura Antonio Campos.
Este comienza en la Plaza de la Constitución, junto a la fuente de los 16 caños, la más monumental de Berja. Donde se encuentra el edificio historicista del Ayuntamiento, del S.XIX. La Iglesia de la Anunciación, de estilo neoclásico se construyó tras el terremoto de 1804. Al amparo de la riqueza minera se edificó uno de los más importantes templos de la provincia.
Continúa por la calle Goya, en la que se ubican dos modelos de casa palacio, uno Barroco y otro Neoclásico. Sigue hacia la Fuente del Toro, que destaca por su abrevadero anexo. Tras la fuente se encarama el barrio del Cerro Matadero, de trazado urbanístico y tipología constructiva totalmente diferente a la que se observa justo al otro lado de la calle. Desde este lugar se asciende a la calle Alférez, atravesando la Carrera de granada, que forma parte del eje comercial y de ocio que atraviesa Berja.
Después llega la visita a la casa de Jerónimo Villalobos, situada en la Placeta de la Cruz. De dicha casa hay que llegar al Paseo Cervantes, que destaca por sus grandes plátanos de sombra, árboles comunes en los caminos principales. Posteriormente toca pasar por la calle del Agua. Luego, por el Molino del Perrillo, el mejor ejemplo de la riqueza que amansó la burguesía minera del S XIX. Tras ello, se llega la calle Nueva. Desde aquí se puede continuar el recorrido por la calle Carolinas, o bien subir el Cerro de San Roque, entre casas blancas y callejuelas estrechas.
Independientemente de escoger una ruta u otra, se llega a la calle del Arco, que destaca por la sencillez de sus casas. El recorrido finaliza en la Plaza del Mercado Viejo, que cuenta con 37 soportales de piedra distribuidos en tres de sus lados. El lado restante está abierto a la calle Manuel Salmerón, en la que hay dos fuentes.