Pablo López vuela en Almería con alas de ‘Mariposa’

La mariposa echó a volar en la segunda canción del concierto: ‘buenas noches Almería’. ‘Cabaret Festival’ arrancó anoche con la actuación de Pablo López, una parada en su gira de ‘piano y voz’. Un concierto que aparentemente daba lo que prometía: al artista en el centro del escenario con el piano, sin más artificios.

El concierto empezó tarde por razones logísticas. Largas listas de personas en las que encontrar a todos los asistentes uno a uno, suponemos que fruto de la reubicación del concierto de ‘La Hoya’ a la Plaza Vieja.

Cuando ya había empezado el concierto, la organización seguía reubicando a los asistentes. Una chica que, por cierto, llegó con más de una hora de antelación, fue colocada sola en primera fila, con no toda la distancia de seguridad que debía, y el propio Pablo le dio la bienvenida antes de comenzar con uno de sus éxitos: ‘El Patio’. 

Una vez entrado en calor, Pablo se levantó a aplaudir al público para agradecer su presencia y cómo se están habituando a los cambios. “Yo sigo en mi hábitat, sigo tocando y vosotros pagáis una entrada. El aplauso es para vosotros por pasar todos los controles y respetar, muchas gracias”, reconoce. Y es que este artista tiene mucha complicidad con el público, contando anécdotas de su vida e incluso suelta frases graciosas que provocan carcajadas en todos los presentes.

Hay muchas cosas que han cambiado en los conciertos en la ‘nueva normalidad’ pero hay otras que permanecen con nosotros, como el hecho de hacer pancartas para hacer llegar mensajes al artista. Un cartel en la primera fila: “no lo leo bien tía, ¿me das un poquito de luz?”. “Hostia, ¿pero lo quieres ya? Peticiones de canciones a la vieja usanza en el entorno de cercanía y complicidad que te ofrece este formato de conciertos.

La Magia de la situación no sólo la aportaba Pablo y su piano, el silencio cosquilleante del público creaba una atmósfera muy especial. Los asistentes quietos, embelesados, con sus mascarillas y sin dar siquiera un trago a sus bebidas.

Voz, piano y libertad

El micro falló, y Pablo empezó a cantar ‘El Invierno Nos Guarda’ sin que se lo arreglaran, embriagando toda la plaza con su voz “a pelo”. Los técnicos avisaban “no está sonando”, pero su voz sin artificios llegaba a las cuatro esquinas de la plaza.

Pablo pide palmas y el público sin pensarlo se arrancan al compás de ‘Suplicando’. Desde la mesa de sonido todos los técnicos se animan también, siendo conscientes de que en esta canción la energía sube y se intercala con melodías casi susurradas.  La gente se adelanta a acabar la canción y el pide que “le den su momento”.

‘Dos Palabras’ y suenan las 11 en el reloj del Ayuntamiento de Almería creando un silencio seguido por risas. Muchas anécdotas de una velada que, si no fue ‘La mejor noche de nuestra vida’ porque estaba el listón alto, fue agradable y seductora.

Y es que el público estaba embelesado con la sola presencia de Pablo con su piano en el escenario. Tanto es así que pedía ayuda para cantar ‘Vi’ pero la gente estaba hipnotizada: “si hoy se acaba el mundo parece que os da igual”, confiesa desde la posición del escenario.

Los asistentes siguen pidiendo sus canciones favoritas como si de un encuentro de amigos en torno a una guitarra se tratase. “He recogido toda la información y voy a hacer una canción de 75 minutos. La habitación 225 no se va a alegrar tanto. Por cierto, estoy en este hotel, el servicio secreto se va preocupar”, bromea Pablo mientras se muestra cercano a todos los seguidores que hicieron sold out en este concierto tan especial. Continua bromeando:  “Por cierto, me estaba duchando y he escuchado el anuncio 300 veces <<yo quiero ser la mariposa>>” no quiero cantar más la canción”.

Pablo López se despidió del concierto al ritmo de muchos de sus mejores temas, incluso hubo tiempo para un ‘mushup’ de tres canciones: ‘La Séptima Mayor’, ‘Lo Imposible’ y, finalizando con ‘Ángel Caído’ una canción que estamos acostumbrados a escuchar a Malú pero que en la voz de Pablo sonó desgarradora.

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