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¿Un hombre lobo en Sorbas? Ni el amor se impone a la leyenda de un lugar encantado

Un gigante ser con cabeza de animal y cuerpo de hombre atemorizó al enamorado protagonista de esta historia

La historia se remonta al año 1890, cuando en las fiestas del pueblo de Sorbas, Pedro y María, los protagonistas de esta antigua leyenda, comenzaron su coqueteo aquel día. Desde la primera vez que se vieron, la pareja no dejaba de pensar el uno en el otro. Y cuando empezaron a hablar, no dejaron de hacerlo en todo el día, sin hacer caso al gentío que abarrotaba la plaza del pueblo. Como si no existiese nada más a su alrededor. Así comienza la leyenda del hombre lobo que anduvo por las tierras de Sorbas.

El día siguió su curso y cuando comenzó a atardecer los muchachos dijeron de volverse a ver en otro momento. Para no perder el rastro de María, Pedro trató de conocer su dirección. “Vivo en el Barranco de los Lobos”, contestó.

Sucesos extraños en el barranco

El Barranco de los Lobos es una barriada de Sorbas que fue creada a partir de un caserío repartido entre los hermanos de una familia. Eran tantos que ellos mismos conformaron por completo esta barriada. Se dice que aquí tienen lugar sucesos extraños y, por ello, es temida por los vecinos del pueblo.

Tras una breve pausa, Pedro, con asombro y miedo, le dijo a la chica que ya pasaría a verla después del trabajo, para que esta no se burlase de su temor. Así, todos los días, cuando el joven acababa su jornada, se acercaba a la peligrosa zona en busca de María. Pero, de repente, María dejó de acudir al lugar de quedada y Pedro se preguntaba porqué se había dejado de interesar. Aunque él seguía acudiendo a la cita, por si María se dignaba a aparecer.

Un buen día, Pedro se cansó de esperar y en lugar de ir al lugar de quedada, fue directo a la casa de María. Aunque tenía ganas de resolver todas sus dudas, un apabullante horror asfixiaba sus entrañas. Cuando el muchacho se encontraba frente a la puerta, tocó de manera alarmista y la madre de María salió a recibirlo. “Está muy enferma. Márchate y no vuelvas más”, contestó la madre ante las incesantes preguntas del chico. Pero esta respuesta le hizo preocuparse aún más.

De vuelta al lugar maldito

Pasaron dos meses y no había recibido noticia alguna de aquella muchacha que tanto anhelaba ver. Así, se planteó volver de nuevo a por María. Esta vez decidido a llevársela con él. Pero cuando su familia y amigos conocieron su intención, le desaconsejaron que volviera, atestiguando que ese lugar estaba maldito. Sin embargo, estos comentarios lo envalentonaron aún más, pues estaba preocupado porque algo malo le pudiese haber pasado a María.

Pedro volvió a tocar a la puerta. Esta vez más decidido que la pasada. Y cuando la madre de María respondió que seguía enferma, Pedro dijo “no me moveré hasta que vea a María”, mientras intentaba deshacerse del nudo de la garganta que le impedía articular palabra alguna. Para sorpresa del muchacho, la madre le dejó pasar, acompañándolo hasta la habitación de su amada.

Cuando Pedro y María se vieron se dieron un abrazo tan intenso como la primera vez que se miraron a los ojos en las fiestas del pueblo. María padecía fiebres altas, pero aseguraba que se sentía mejor con tan solo verle. Antes de despedirse, Pedro le dijo que iría a visitarla todos los días.

Pero esta historia no acaba aquí…

Esta leyenda sobre el hombre lobo de Sorbas no termina aquí. El joven decidió marchar de nuevo a casa montado a lomos de su mula en medio de la oscura noche. Cuando llegó al puente de “Los Guapos” vio en la lejanía moverse algo. Con curiosidad se acercó para comprobar de qué se trataba. Un pequeño cachorro yacía entre los matorrales. Pedro decidió cogerlo y continuar su camino a casa.

Apenas había dado 20 pasos cuando el único farol que llevaba consigo y alumbraba su camino se apagó. Empezó a escuchar ruidos de animales a su alrededor e intentó huir en la mula. Pero esta no respondió a sus órdenes. Los ruidos eran cada vez más estruendosos y comenzaron a oírse gruñidos. Pedro se volvió y aquel cachorro que había recogido se había convertido en un gigante ser con cabeza de lobo y cuerpo de hombre, y unos ojos amarillos que brillaban entre la oscuridad.

El muchacho huyó en la mula que, ante aquel ser, reaccionó y quiso alejarse cuanto antes. Llegó a casa y le contó a su madre lo ocurrido. “Pensaba que iba a morir madre, he visto un hombre lobo”.

Vejez prematura

Cuando se observó en el espejo de casa, no podría creer lo que estaba viendo. Sus cabellos ahora eran blancos y su rostro estaba lleno de arrugas. Había envejecido en cuestión de minutos. Nunca volvió a ser el mismo y poco años después murió. De María tampoco se supo nada. Su casa ahora se puede ver a lo lejos en el Barranco de los Lobos.

Sobre esta leyenda sobre un hombre lobo en Sorbas… ¿tú qué crees*, ¿fábula o verdad? ¿Te atreverías a acercarte de noche al Barranco de los Lobos en Sorbas? En caso contrario te proponemos una ruta semderista diurna por Los Molinos del Río Aguas

La imagen de portada «Monstruo delante de un marco» es de @freepik bajo la licencia freepik.

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