Así es el viejo Cargadero de Mineral de Agua Amarga, en uso hasta 1942

Entre la Cala de Agua Amarga a un lado y la Mesa Roldán, se encontraba el cargadero de mineral de Agua Amarga, punto final de la línea férrea de Lucainena de las Torres a Agua Amarga. Este lugar, protegido de los vientos de levante, fue el escogido para cargar el hierro extraído en las minas de Lucainena en los buques que deberían transportarlo hacia los altos hornos de las empresas mineras. La actividad del cargadero se desarrolló entre finales del siglo XIX, hasta exactamente el año 1942 que zarpó el último buque carguero, llamado ‘Bartolo’.

Las locomotoras, los trenes y los puentes fueron desmantelados. Se había acabado la fiebre minera prácticamente en toda la provincia.

Los restos que se mantienen representan uno de los mejores ejemplos del patrimonio arqueo-industrial en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Además está incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz mediante una inscripción genérica colectiva de 2003.

Cómo llegar

Puedes dejar el coche en la calle Ferrocarril Minero de Agua Amarga y desde allí subir la colina por la senda marcada o seguir por la carretera Agua Amarga-Carboneras (AL-5106), en dirección a la Playa de los Muertos, y girar a la derecha en un camino de tierra señalizado.

Otra forma diferente y divertida de ver el antiguo cargadero de mineral es una ruta en kayak por la zona. Incluso puedes pasar el día en algunas de las calas que lo rodean y que no son accesibles a pie.

El punto de información turístico competente es el de la Playa de los Muertos, a unos cinco minutos en coche del cargadero, en dirección Carboneras.

Los vestigios de un pasado minero

Hay muchos restos del Cargadero de Mineral y de las casas de los trabajadores. Se puede llegar andando hasta el mirador, desde donde se ven los restos del cargadero desde arriba y toda Agua Amarga. Hay unas estrechas escaleras, semiderruidas (se puede bajar pero con mucha precaución y un calzado adecuado), que bajan hasta el mismo nivel donde se encontraba el punto de carga a los buques. Este sitio ofrece unas vistas impresionantes en un mar de tranquilidad con aguas cristalinas, en los que se ve el fondo rocoso.

Incluso algunos atrevidos se han montado allí mismo su “terracita veraniega” en alguna de las cuevas.

Recuerda extremar las precauciones:

• Riesgo de caídas por cercanías de acantilados.
• No se permite encender fuego.
• No se permite la acampada libre.