Antonio Pardal: «mi enamorada, la bellísima Almería»
Conoció Andalucía por su trabajo y escribió poemas sobre ella cuando se jubiló
¿Te gusta la poesía? Estrenamos una nueva sección, ‘Almería en verso’, con poetas y poemas relacionados con este cachito de Andalucía.
Antonio Pardal
Este poeta no era almeriense, era un sevillano que vivió su infancia y adolescencia en Écija. Estudió Derecho en la Universidad de Sevilla y ejerció como Secretario de Ayuntamiento en diversas ciudades de la geografía andaluza, lo que hizo que conociese muchos rincones de su amada tierra.
Fue a partir de su jubilación que comenzó a escribir poesía que publicaba en una página de Internet llamada ‘Foto Música’, creada por él mismo. Así dio a conocer su obra poética tanto en España como en Iberoamérica. Actualmente se le reconoce como uno de los grandes poetas andaluces contemporáneos, que respeta la métrica y rima clásica en casi toda su obra. A pesar de que no publicó ningún libro, su obra forma parte del programa Averroes de la Junta de Andalucía, en unión de seis de los más grandes poetas andaluces, todos ya fallecidos.
Compartimos una pequeña muestra de su rima:
Almería
¿Desierto? ¿Naranjos? ¿Flores?
¿Playas con cuerpos desnudos?
¿Qué es lo que provoca amores,
y nos deja, al verte, mudos?
¡Ay, tus playas de levante,
entre Mojácar y Vera,
son como un hermoso cante
que alcanza hasta Carboneras!
Desde tu bella Alcazaba
se contempla la bahía,
llena de sol y alegría.
Y, abajo, mi enamorada,
la bellísima Almería,
¡La rosa de Andalucía!
Antonio Pardal – Extracto del poema ‘Andalucía’.
Vera
¡Ay, playas de Vera!
De mi Andalucía.
Donde las mocitas se bañan desnudas,
mostrando sus cuerpos de ninfas delgadas,
morenos del sol de la patria mía.
¡Tierras del levante del sur de Almería!
Donde el agua clara de sus limpias playas
acarician cuerpos de tanta belleza
que llenan el alma de paz y alegría.
Y allá en las alturas, muy cerca de ellas,
la hermosa Mojacar, la más bella flor
que Al-Andalus tuvo en los días aquellos
en que las mujeres tan solo mostraban
sus ojos ardientes cual negro carbón.
Si a mí me preguntan donde está el Eden,
sin dudarlo nada, yo respondería:
Vete a Carboneras y sigue adelante,
báñate en las aguas limpias de Mojácar,
visita Garrucha, del Mar la sirena,
¡No pases por ella sin parar un rato,
y prueba en el puerto su rico pescado!
Sigue caminando un poquito más.
Y allí entre palmeras, te lo encontrarás.
Allá, entre las dunas de esta tierra mía,
verás al Edén plagado de huríes…
Junto a Palomares… en Vera… Almería…
Antonio Pardal