Cultura y ocio

Un arpón le atravesó el gemelo y siguió con la pesca submarina hasta los 73 años

Francisco Rodríguez ha sido un apasionado de este deporte toda su vida y su experiencia en las aguas le ha llevado a salvar tres vidas

Francisco Rodríguez es un aficionado a la pesca submarina desde que era un niño y a pesar de las adversidades no ha dejado de practicarla hasta hace muy poco. Paco ‘El Largo’, como le conocen en Aguadulce, narra el momento en el que fue a pescar a la zona de El Ejido con su amigo Antonio Calatrava y un arpón le atravesó el gemelo: «Ese día el agua estaba turbia, había un poco de marea y bajé siete metros de profundidad con el fusil en la muñeca con una goma. Con el movimiento del mar que había, fui a sacar el ancla y no sé que hice que se me disparó el arma. Me entró el gancho por un lado del gemelo y me salió por el otro, me atravesó como 15 centímetros. Como pude dejé el ancla y subí a la superficie. Eché el fusil a la barca e intenté sacarme el arpón de la pierna. No tenía más remedio, o me lo dejaba clavado o lo sustraía por la parte de atrás. Así que, me lo quité con el traje puesto. Subí a la lancha, arranqué el motor y fui a buscar a mi compañero».

El camino que había desde el lugar del accidente hasta Roquetas era de una hora. Al llegar, Calatrava
le llevó al hospital. “Me dijeron que había tenido suerte porque no me había cogido ningún tendón, solo
tengo las dos señales en la pierna”, aclara el deportista.

Ha salvado 3 vidas

Sin embargo, este no es el único susto que ha vivido el de aguadulce dentro del mar. “Rafael Mena, era un pescador bastante bueno. Cuando yo pescaba a partir de los 17-18 metros siempre trataba de buscar un compañero, de ir de dos en dos, uno abajo y otro arriba controlando. Él estaba en el fondo y yo en la superficie, subió, sacó la cabeza del agua pero el cuerpo se le fue para abajo, lo cogí y lo metí en la barca» relata el submarinista. El método que utilizó para ayudarle se lo había enseñado un médico que de vez en cuando pescaba con él, y decía que era la única solución que había; consistía en darle golpes en el pecho para que el pulmón funcionara. Entonces, le cogió un brazo, el otro se lo puso encima de las piernas y le dio hasta que reaccionó.

También, ayudó a Antonio Calcedo y a su compañero Calatrava, con el que llevaba pescando más de treinta
años: “Calatrava y yo estábamos en Marruecos sobre 23-24 metros y él clavó un mero gordísimo de 24,5
kilos y cuando le faltaban 5 o 6 metros para salir a la superficie se quitó el tubo casi sin conocimiento y
subió. Una vez arriba vi cómo estaba y se hundió, le cogí y le hice lo mismo que a Mena. Al reaccionar me
dio un golpe y me tiró las gafas al fondo, subimos a la barca y sacamos al mero. En la lancha se recuperó
bien y cuando se quitó el traje tenía el pecho morado de los golpes. Me preguntó que qué le había pasado y yo
le dije que se había dado un golpe, pero las marcas se las había hecho yo al darle”.

Campeonatos

Francisco Rodríguez se aficionó a los campeonatos de pesca submarina a los 30 años y empezó a participar en ellos. Siempre quedaba entre los 3 primeros puestos. Los torneos en los que competía consistían en sacar el máximo pescado posible; cada kilo valía 1000 puntos y por otro lado, contaba el número de piezas. Llegó a sacar hasta 70 kilos en una competición de Roquetas en la que participaban todos los campeones de España: Mengual, Nogueras, Martin Pons… “En el Campeonato de Andalucía también saqué casi 70 kilos y tuve muchos puntos porque cogí varios
pescados”, explica el protagonista.

Tras ser campeón de Andalucía, Paco ‘El Largo’ iba a ir al Campeonato de España. “Hubo la mala suerte
de que esta prueba se hizo el año anterior en Las Negras, y un chaval del País Vasco vino a
competir. Hacía un día de calma, aguas muy claras y el joven estaba acostumbrado a pescar muy lastrado,
es decir, con muchos plomos en la cintura porque allí las mareas y las aguas son muy bravas. El chico
bajó unos 15-16 metros y al subir se ahogó«, cuenta Rodríguez.

Al ocurrir esta tragedia la Federación Española de Pesca redujo el número de participantes en España. Entonces, se hizo una competición especial con seis competidores en la que debía eliminarse a uno de éstos. «Yo tenía un mero de unos 18-20 kilos pero no pude sacarlo, perdí el tiempo y me quedé sin la opción de ir al campeonato de España”, cuenta el deportista.

El motivo por el que no pudo pescarlo fue porque el mero se metió en la cueva, abrió las agallas y la espina dorsal y aunque llegaba a cogerlo le fue imposible. “Si hubiera sacado aquel pescado hubiese quedado en el primer puesto y habría ido al Campeonato de España”, añade Rodríguez.

Al no poder ir a esta prueba Francisco Rodríguez se desilusionó y dejó de competir. Aunque, posteriormente,
le invitaron a otros concursos que organizaban los clubes y llegó a proclamarse primero de Almería y
quinto de España.

La actualidad de la pesca submarina

Para el almeriense este deporte está cada vez peor: “Cada día quedan menos peces porque se ha
abusado mucho. Los ‘submarinistas piratas’ han pescado mucho con botellas de aire. Para que os hagáis una idea, en veintisiete metros se puede tardar dos minutos en bajar, clavar el pescado y subirlo; pero al descender con una botella de aire en esos metros es posible estar abajo tres cuartos de hora o hasta una hora. Entonces es un abuso, porque si hay una roca en medio de la arena y, a lo mejor, hay cien meros pues con la pesca a pulmón sacas uno, dos o tres y ese pescado que no se coge se va reproduciendo. En cambio, con la botella, al estar tanto tiempo sumergido, metes el gancho y los sacas todos. Por lo tanto, este método acaba con el pescado”. Además, añade que es un ejercicio al que la prensa apenas da voz y que cada vez hay menos jóvenes que se interesan por éste.

Hasta hace tres años seguía pescando en sus ratos libres y bajaba hasta siete metros. “Cogía pulpos, rascacios, sargos y salmonetes con el tridente”, añade Rodríguez.

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