Cultura y ocio

Pedro Pastor: «La música necesita tejer una base sindical, social y política fuerte»

El cantautor madrileño actuará este viernes en la nueva temporada de 'Palabra de Músico'

Compositor desde los 13, guitarrista y cantante, Pedro lleva 7 años labrando el lugar del que ahora goza en la canción hispanohablante. Ejemplo de autogestión, Pedro Pastor tiene un EP, un disco en directo y dos LP, todos ellos autoeditados. Armado de su guitarra y de su voz, junto a Suso Sudón o con su banda ‘Los Locos Descalzos’, ha llenado salas, teatros y festivales de toda España y América Latina.

Con más de 400 conciertos en un total de 17 países diferentes, Pedro Pastor traerá a Almería su tercer disco, ‘Vulnerables’. Se trata de su trabajo más ecléctico en el que conviven la cumbia con el funk, el rap con la champeta, la música africana con el folklore latinoamericano, sin perder la esencia de la canción de autor.

Letras que regalan dudas, soplan heridas, y siembran preguntas. Textos cantados que tendremos la oportunidad de escuchar en la apertura de la nueva temporada de ‘Palabra de Músico’, un ciclo de conciertos íntimos en formato acústico en los que artista y público se dan la mano de una forma muy especial.

¿Cuáles son las influencias que han construido el sonido de Pedro Pastor?

Nosotros tenemos una manera de entender la música tan heterogénea y tan ecléctica que pasa lo mismo con la música que consumimos. Escucho mucha música en castellano, canción de autor, tanto española como latinoamericana. Desde Silvio Rodríguez, pasando por Serrat, por Fito Páez, Bebe, Natalia Lafourcade, La Cabra Mecánica… Todos tienen en común que son grandes compositores y grandes letristas.

Y luego, referentes de la música brasileña como Caetano Veloso, Lenine o Djavan… Música del Caribe: salsa, champeta, merengue… También un poco de música anglosajona, aunque menos, como Sting. La lista es infinita y no terminaríamos nunca. Para construir un universo musical heterogéneo hay que escuchar música de todo tipo.

‘Vulnerables’ es tu último disco e igual que los anteriores, autogestionado. ¿Serías más feliz si solo te dedicaras a “la parte creativa”?

Sin duda sí. Creo que todas deberíamos dedicarnos a lo que nos gusta y a lo que sabemos hacer. Invertir nuestro tiempo, nuestra energía y nuestra dedicación en hacer esas cosas, pero vivimos en un sistema que es el que es. En un mundo que funciona así, y si queremos vivir en sociedades, ciudades, municipios o pueblos tenemos que adaptarnos y generar riqueza.

Claro que sería más feliz si solo me dedicara a cantar, pero creo que también ha sido muy interesante autogestionarme estos años para entender cada parte del proceso. Y así, cuando se va sumando gente al equipo, haber vivido de primera mano cuáles son sus funciones, sus pesares, su sufrimiento y todo el trabajo que requiere. Creo que eso nos ayuda y la autogestión nos ayuda a entender mucho mejor cada parte y a cada persona que participa en un proceso de trabajo.

Mostrarnos vulnerables

El álbum está compuesto por trece temas o declaraciones de principios: ¿Cuál es su mensaje global?

El mensaje global de ‘Vulnerables’, aunque tiene muchas declaraciones de principios como dices, es la capacidad de mostrarnos ante el mundo como somos, o al menos lo más parecido a lo que somos. Con nuestros defectos y nuestras virtudes, y no tener miedo de mostrarlo y aceptarnos. Creo firmemente que mostrarnos vulnerables nos hace menos vulnerables, y a las demás nos da más herramientas para entendernos. La connotación negativa que ha tenido la vulnerabilidad en nuestros tiempos nos hace mal, y yo creo que es un aspecto absolutamente humano y animal y está en nuestra naturaleza. Hay que abrazarlo y no huir de él.

Utilizas el de rap en este último disco como forma de expresión, ¿qué tiene el rap que no tienen otros géneros?

Me siento ligado al rap desde mi adolescencia, que es cuando más lo escuchaba, y cada vez me siento un poquito más lejos, o más cerca de otros géneros musicales. Pero siempre es una expresión que me ha gustado utilizar porque concentra mucho y tienes la capacidad de decir muchas cosas en menos tiempo. Me parece emocionante que salgan temas de rap y seguir componiendo desde ahí porque hacer rap desde la musicalidad y con instrumentos es algo que es muy interesante para el género. Sacarlo de la base del dj y ponerlo en una banda creo que es interesante para el rap.

Las canciones tienen muchos ritmos latinos y referencias mucho a América Latina, ¿qué tenemos que aprender de allí?

Creo que tenemos que aprender mucho de todas las culturas de este mundo. Y yo creo que lo principal que tenemos que aprender en Europa es a mirar otras culturas como iguales, y no por encima del hombro. De América lo primero que tenemos que aprender es a mirar a las personas que piensan diferente y que tienen otro tipo de identidad, y entenderlas como iguales. A nivel cultural, social y musical tenemos mucho que aprender del continente latinoamericano. Tenemos mucho que aprender de la viveza de sus pueblos y de sus gentes, de la audacia, de la astucia, de la colectividad, de la humanidad, de la solidaridad, de la capacidad de reacción y de acción social.

Obreras del arte

Tu música tiene una vertiente política, ¿cantar de política es hablar de relaciones sociales?

Pienso que la política no es más que la capacidad de organización de las personas y de los pueblos. Entonces creo que la política habita todo lo que hacemos y viceversa. Creo que es inseparable la política de la vida, aunque hayamos construido en el inconsciente colectivo una definición errónea de lo que es la política o son los políticos, lo que ven las personas en la tele.

La política es nuestra capacidad de tomar decisiones, por lo que la política nos hace más libres si la entendemos desde ahí. Creo que el arte es un conductor social súper fuerte, una herramienta social. Es interesante saber que, si tienes el don de cualquier tipo de expresión artística, tienes una responsabilidad civil y tenerlo en cuenta a la hora de crear. Es muy interesante generar contenido, generar conciencia, tender lazos a través del arte y construir política.

¿Cómo definiríais este año tan loco en la música? Sin festivales, pocos conciertos y todos los trabajadores en el paro, ¿es necesaria más conciencia de clase en la música?

Si algo tenemos que aprender de esta pandemia en los sectores de la música es que necesitamos tejer una base sindical, social y política fuerte. Asociarnos y empezar a entendernos a nosotras mismas como obreras y, a partir de ahí, que el resto de la sociedad civil entienda que somos “obreras del arte”.

Somos clase trabajadora y por mucho que haya una cúpula de artistas que viven muy bien y se distancian de lo que entendemos como clase obrera, el resto de los artistas de a pie somos absolutamente clase trabajadora. Y trabajamos muchas horas cada día con contratos, si es que los hay, precarios y con unas condiciones pésimas. Creo que tenemos que empezar a darle la vuelta a esta concepción que tenemos del oficio.

Tres formatos

¿Qué tal te sientes tocando con banda? Hace poco te vimos en Almería en compañía de Suso Sudón y esta vez vienes con Los Locos Descalzos.

Me encanta tocar con la banda, con Suso y solo. Creo que es muy sano compaginar los tres formatos. Pero desde hace unos años a esta parte creo que lo que más me apetece, en este estado vital en el que estoy, es tocar con banda. Yo que empecé haciendo música para poder transmitir un mensaje, para poder vestir una letra. Pero al final me he ido adentrando en el mundo de la música cada vez más y hoy me apasionan por igual la letra y la música.

Lo que me aporta tocar con músicos, a nivel de contenido musical, es muy grande. Entonces me encanta tocar con banda, pero nos adaptamos. Y obviamente con la reducción de aforos que hay ahora mismo y la situación actual, llevar una banda a nivel logístico es prácticamente imposible. Por eso, ahora voy a dúo con “Alvarito” que ya llevamos cinco años tocando juntos, nos entendemos muy bien y nos encanta compartir escenario. Nos abre el concierto Lena Carrilero que es una vieja y gran amiga, y será un placer escucharla cantar, y cantar algo juntos, claro

¿Crees que actualmente se apuesta por los cantautores? ¿Qué aportan los ciclos de música de autor como ‘Palabra de Músico’?

La canción de autor ahora mismo goza de unos niveles de audiencia y de un apoyo institucional que en los últimos 15 años había estado menos presente. Pero aún estamos lejos de lo que fue la canción de autor en los años 70, por supuesto, incluso de la segunda oleada de los años 90. Al final las instituciones tienen que ser un espejo de lo que la gente quiere y, ahora mismo, hay cantautores y cantautoras que están en el número uno de ventas en España cada vez que sacan un disco.

Obviar esto sería un error por parte de las instituciones. Vienen tiempos en los que los que tenemos que tener presencia y tiene que haber muchos conciertos públicos. Está claro que nosotros sobrevivimos de nuestro público de las salas cobrando entrada. Pero dentro de las programaciones culturales públicas debería haber de todo, también canción de autor. Sobre todo, porque ahora el término es súper heterogéneo y hay muchas músicas distintas dentro del género. Tendríamos que tener un espacio más ensanchado en la cultura pública.

En ‘Palabra de músico’ no solo disfrutaremos de tu música, sino que podremos conocerte más personalmente con una entrevista previa en directo. ¿Crees que será un elemento enriquecedor del concierto?

Me da mucha curiosidad el formato de Palabra de Músico, me parece muy interesante. Creo que estas apuestas innovadoras nos vienen muy bien a todo el mundo. A mi personalmente me apetece un montón hacer una entrevista con público, porque creo que la gente que nos dedicamos a la canción de autor tenemos un universo propio muy profundo. Entonces tenemos cosas que decir y que aportar desde la palabra, la conversación y la charla. Que se genere este espacio es enriquecedor para mi y para la gente que le interese lo que yo tengo que contar.

Nuria Faz

Periodista especializada en información y comunicación científica, y en marketing y comportamiento del consumidor por la Universidad de Granada. Fotógrafa de título y de oficio. Amante de la música y los festivales. El Cabo de Gata es su lugar favorito del mundo, amor que se tradujo en un documental ganador del Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés 2017.

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