¿Por qué es tan popular la mantequilla Lorenzana en Almería?
Hay que remontarse nueve décadas para encontrar las claves del éxito de este producto en Andalucía
Seguro que la has pedido mil veces en cafeterías y bares de Almería. Hablo de la tostada de mantequilla Lorenzana, que aunque sea asturiana, a estas alturas es tan almeriense como el americano del quiosco Amalia.
Se trata de una marca de mantequilla que se caracteriza (en una de sus versiones) por tener un extra de sal. En el caso de Almería, Lorenzana se ha convertido en “genérico de producto”. Es decir, no pedimos (ni los bares ofrecen) mantequilla con sal, pedimos “Lorenzana”. Es lo que ocurre por ejemplo con Kleenex y los pañuelos de papel, o con la Nocilla en las cremas dulces de cacao.
Pero, ¿sabes por qué la Lorenzana es tan popular en Almería y no otras marcas?
Una historia de 90 años
Para encontrar una explicación a esto, tenemos que remontarnos muy atrás cuando en España no había neveras y se las ingeniaban para buscar otras alternativas de conservación de los alimentos. La sal era uno de los conservantes más extendidos. En el caso de la mantequilla, la lata metálica también mejora las condiciones de conservación.
En la década de los 30 del siglo XX solo había dos mantequeras en España que comercializaran la mantequilla en lata: Lorenzana e Imperial. La diferencia es que Lorenzana tiene un porcentaje de sal un poco mayor. Concretamente un 2,2% de sal, lo mismo ahora que hace 90 años.
Si tenemos en cuenta que Andalucía (y Almería) siempre gozó de temperaturas altas varios meses al año, cualquier medida de conservación extra de los alimentos siempre fue bienvenida. Ese fue el motivo por el que la mantequilla Lorenzana se extendió con éxito por el sur de España. La conservación como factor decisivo de compra.
En la actualidad, según datos de la empresa Mantequera de Tineo (fundada en 1920), Lorenzana sigue siendo una marca líder en el mercado andaluz, representando un 50% del total de las ventas en España de este producto. Almería suma un 6% de las ventas totales de Lorenzana, lo cual “teniendo en cuenta su tamaño la sitúa entre nuestras provincias andaluzas favoritas”, subrayan desde la empresa. Efectivamente, es una cifra interesante teniendo en cuenta que Almería suma solamente un 2,2% de la población española.
Otra pregunta sería ¿Por qué sigue funcionando entre los consumidores ahora que tenenos tecnología que permite el transporte y la conservación en frío de la mantequilla? Pues seguramente se deba a que Andalucía sea una región en el que el paladar se ha acostumbrado a la mantequilla salada debido a las condiciones del pasado.
En Granada también
Aunque la mantequilla Lorenzana puede presumir de ventas y reconocimiento en Andalucía, lo cierto es que el fenómeno de haberse convertido en “genérico de producto” solo se da en Almería y Granada, concretamente en las cafeterías y bares que cuidan la calidad de la materia prima. En el resto sirven mantequillas saladas de calidad inferior aunque las denominen “Lorenzana”, sinónimo de calidad para muchos consumidores. Tierra de pícaros.
A juicio de Mantequera de Tineo, fabricante actual de Lorenzana e Imperial, “los andaluces nos siguen escogiendo porque hemos mantenido esa tradición mantequera y seguimos el mismo proceso de producción que por aquellos años. Trabajamos por conservar el saber hacer del amasado de mantequilla. El oficio de maestro mantequero solo se conserva en Tineo (Asturias) y en Soria, habiéndose extinguido en todas las provincias de tradición láctea en las que hubiese existido”.
En su proceso de fabricación, “utilizamos el manaser, herramienta que utiliza el maestro mantequero para amasar la mantequilla, transformando su textura, su sabor y su aroma, haciendo de nuestra mantequilla un producto de mayor calidad respecto a las marcas industriales del mercado. El manaser también nos permite mezclar de forma homogénea sal marina para la elaboración de nuestra mantequilla salada”, explican desde la empresa asturiana.
Y estos, querido lector, son los motivos por los que en Almería pedimos la tostada con Lorenzana.