Los Kokedamas, las bolas de musgo y plantas de hace 500 años, están de moda
Vivir en Almería tiene beneficios para este arte floral
Un kokedama es, literalmente, una bola de musgo. Podemos decir que es un poco más sofisticada gracias al método con el que se trabaja a día de hoy este tipo de planta. Sin embargo, no siempre ha sido así. Hace alrededor de 500 años, los japoneses iban al bosque a recoger plantas y si no tenían ningún macetero o recipiente utilizaban su ingenio y buscaban una solución para no quedarse sin ellas. ¿Qué es lo que hacían? Pues muy sencillo, aprovechar el musgo para envolver la planta y enrollarlo con un cordón. ¡Ah! cuando llegaban a casa lo conservaban así para mantener la humedad y así gozara de unas condiciones óptimas de conservación.
Pero claro, eso era en la antigüedad. Lo que ocurre en el siglo XXI es que esta práctica se considera un arte floral japonés. Una opción que puede adquirirse en comercio o que puede convertirse en un ‘hobbie’ y dar pie así a la creación de tus propios kokedamas.
Beneficios de Almería para los Kokedamas
Javier Giménez y Belén Alemán son una pareja a la que le apasiona el mundo de las plantas, por ello, hace poco tiempo montaron su propio negocio de Cactus y Kokedamas.
Venden los productos que ellos mismos crean a través de su página web y aseguran que el vivir en Almería es lo que les diferencia del resto de negocios que se dedican a ello. Nuestra provincia cuenta con la mayor concentración de productores de planta ornamental de toda la Península Ibérica. Así pues, la cercanía a los invernaderos de producción, facilita que realicen personalmente la selección de planta de primera calidad y, por tanto, poder ofrecer a los clientes productos cultivados con la mayor profesionalidad, cuidados y alta tecnología que se puede encontrar en el sector. Esto es algo que también beneficia al precio de sus productos, ya que al no existir intermediarios ofrecen precios muy competitivos.
Así se hacen
Para crear este producto, primero realizan una mezcla de tierra con distintos elementos, sfantu y una turba especial. A continuación, comienzan a darle forma a la maceta manualmente y después van poniéndole el musgo. Utilizan un musgo preservado, es decir, que está disecado pero es 100% natural. Lo humedecen y van cubriendo toda la bola con éste. Para finalizar, lo recubren con una cuerda de yute y listo.
Fáciles de cuidar
Belén y Javier recomiendan situar los kokedamas cerca de una ventana pero sin luz directa para no dañar las hojas. Se debe regar a demanda, es decir, cuando se note que la planta no está húmeda por su parte inferior y pesa poco. La manera más sencilla y rápida de regar consiste en sumergir la “esfera verde” hasta la mitad en agua de buena calidad (evitar agua del grifo directamente o usar agua del grifo después de 2 horas para que se evapore el cloro). Este proceso de inmersión no debe superar los 30-40 segundos para evitar excesos de humedad. Además, conviene abonar una vez al mes. Los abonos que se venden en las floristerías, centros de
jardinería o supermercados pueden valer. Hay que aplicar 2-3 ml o centímetros cúbicos de abono por litro de agua de riego, en este caso se sumergirá el kokedama entre 60-75 segundos. Después del proceso de riego se recomienda dejar escurrir o drenar el agua sobrante antes de situarlo de nuevo en su emplazamiento original.