Perdona que no me levante
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Atracciones feriales

Los coches de choque y Junco. Más clásico que Vivaldi, que las cortinas de saco, que meterle un Winston a un murciélago en la boca ¿Quién no ha sentido el pálpito de subirse a los coches de choque con diez vinos dulces de los maños cuando estaba puesta a toda mecha alguna copla de junco o tijeritas? El pulpo, atracción cum laude en todas las verbenas populares. El tren de la bruja. El barco pirata. El gusano loco. El pasaje del terror. El látigo. Los caballicos. El zig zag. Las cadenas voladoras. Los ponis y su peste a boñiga. La pesca del pato en aguas nauseabundas. El ratón vacilón. La galería de espejos deformantes cuando uno ha podido superar el mojito de la caseta del rincón cubano, ¡revolución o muerte! Qué sería de nosotros sin el kalimotxo de las casetas anarquistas, qué sería de nosotros sin el garrafón de la caseta de Muebles Vallejo. Qué sería de nosotros sin una manzana caramelizada, sin un gofre, sin un algodón de azúcar, sin una chochona, sin un perrito piloto, sin la tere con la tartana, sin hamburguesas uranga, sin pegarle una hostia a un putching ball, sin tirar pelotazos a los porteros, sin coger una escopeta de perdigones, sin comprar un globo de helio de doraemon. Qué sería de nosotros sin un bolso de cuero a las cuatro de la mañana, sin una camiseta con nuestra foto en la que pone se busca, sin hacernos unas rastas, sin hacernos un tatuaje de henna, sin comprar una sudadera de los Ramones en pleno mes de agosto, sin jugar a las carreras de camellos, sin comernos una patata con una plantación de remolacha en lo alto, sin hacer cola para mear en un aseo modular que contiene diezmil litros de orín y mierda. Qué sería de nosotros sin sueño contigo que me has dado, sin papel de plata y una jeringa, sin una vagina o un pene, sin una Vega deAcá y un colocón del más allá. Nuestros padres, nuestras madres, nos inocularon ese veneno, los caramelos de cuba libre y la mirinda, los perritos calientes y todo el ketchup del mundo, dormir en los carritos de bebé con a bailar a bailar a bailar alegres sevillanas, vente conmigo a bailar, la feria se ilumina todo se apaga. Los padres, las madres, los ochenta, los noventa, el mundo analógico. El ET, la olla, el tirachinas. Nuestros padres y nuestras madres, cuando eran padres y madres. Todo esto nos lleva a la era digital y a los padrastros.

Fernando Labordeta

Fernando Labordeta Blanco (1972) lleva dedicado activamente al hecho artístico desde 1991. En este tiempo ha escrito libros de poesía y pensamiento, artículos periodísticos, obras dramáticas, canciones, diseñado exposiciones, libros y carteles, actuado con diversas compañías andaluzas, pintado cuadros, dirigido obras de teatro y talleres. Entre sus libros publicados cabe destacar: 'dueto', 'el gran sur', 'itinerante', 'lenguaje teatral', 'música de fondo', 'el vientre de las nubes', 'poemas para Erlinda'. Cabe mencionar, aparte de la mencionada trilogía, las siguientes obras de teatro estrenadas: 'Los locos: una hora de amor', 'obra de arte', 'infierno', 'Paloma y Adrián son pareja formal'. Para los alumnos del máster de pedagogía artística de la universidad de Almería escribió la conferencia 'El lugar de la representación'. Tanto en el terreno literario como actoral ha recibido diversas menciones y premios.

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