Llega la tradicional ‘subasta de rabicos’ de La Almedina
Es uno de los actos con los que los vecinos de esta zona de la capital celebran San Antón
Cada 17 de enero se celebra la festividad de San Antonio Abad, más conocido popularmente como San Antón. Es entonces cuando en buena parte de la provincia se llevan a cabo diferentes rituales, algunos de los cuales ya contamos en Almería Is Different. Hogueras y chiscos que sirven, según la tradición para “quemar las barbas” del santo que es patrón de los animales y, ya de paso, cocinar en sus ascuas ricos manjares.
Por eso de que el santo en cuestión es patrón de los animales, existe la tradición de bendecir a las mascotas llegado este día. Es normal ver a los curas de cada parroquia, guisopo en mano, ‘regar’ con agua bendita a perros, gatos, loros, hámsteres y cualquier animal que se le acerque.
En la capital hay un lugar donde este acto tiene gran tradición. Este próximo domingo, una vez terminada la procesión con la que San Antón recorre el barrio de La Almedina, las mascotas de los vecinos serán bendecidas, justo a las puertas de la ermita que lleva el nombre de su patrón.
Un rabo al mejor postor
Pero no sólo tendrá lugar este acto. La bendición de los animales va acompañada de la ‘subasta de rabicos’, una costumbre bien arraigada en este punto de la ciudad y que congrega a cientos de personas a los pies de la Alcazaba.
Sobre el escenario un ‘subastador’ ofrece al público la posibilidad de llevarse rabos de cerdo a casa y este, el público, puja por cada una de las piezas. Hasta cincuenta euros pueden llegar a pagarse por uno de estos rabos que termina dentro de alguna olla en los días posteriores a la subasta.
A los rabos de gorrino se suman cestas con dulces, empanadas, y cualquier otra vianda que, previamente han proporcionado los comercios del barrio. Así, durante un buen rato, las pujas se suceden y la subasta termina cuando el último de los ‘rabicos’ encuentra dueño.
Todo lo recaudado tiene un buen fin. En este caso, los beneficios de la subasta de los rábicos del próximo domingo servirán para restaurar la cubierta de la ermita.
¿Por qué una subasta de rabicos?
Posiblemente por la “estrecha relación” del santo con los cerdos. Si bien es el patrón de todos los animales, iconográficamente siempre es representado con un cerdo a sus pies. De ahí que se optara por subastar esta parte del animal, de menos valor en el mercado que otras partes de su cuerpo pero de excelente resultado en las cocinas del barrio de La Almedina.
Así que si este domingo paseas por esta zona de Almería, prepara la cartera y participa en esta subasta de rabicos, una de esas tradiciones que los vecinos luchan por mantener.