Así fue la última actuación de Pau Donés en Almería
La actuación de Jarabe de Palo en Roquetas de Mar desde el punto de vista de Curro Verdegay, gerente de Kuver, la empresa que produjo el concierto
Recuerdo que cuando mi responsable de contratación, Pepo Verdejo, me dijo que había conseguido tu actuación, sabía que habíamos logrado algo grande. Acto seguido se lo ofrecimos a Juanjo, director del Auditorio de Roquetas de Mar, quien sin pensarlo me dijo que lo quería. Ya estaba todo cerrado. El regreso de Jarabe de Palo con Pau Donés en Almería lo iba a organizar Kuver Producciones en Roquetas.
Este que os escribe llegó al auditorio por la tarde, con sus habituales pantalones vaqueros y cara de ser de todo menos promotor y productor. Pregunté por Pau, y ‘Txiki’, jefe técnico del auditorio de Roquetas me dijo que estaba en el escenario. Acababa de finalizar la prueba de sonido. Me crucé con Guillermo Chavarría, mi regidor, quien me dijo: «Curro, su representante dice que nada de fotos«.
Yo, que soy muy cabezón, y aunque no suelo hacerme fotos con los artistas que contrato, en esta ocasión algo me empujaba a conocerlo. Tenía realmente interés. De repente lo vi frente al impactante auditorio de Roquetas completamente vacío ante más de 1.200 butacas (que más tarde se llenarían de público) y las cámaras de Canal Sur Televisión. Prohibido fotos, nada de vídeos. «No os preocupéis dijo él». Y con una generosidad y humildad infinita finalizó la entrevista y se fotografió con el cámara de Canal Sur, el redactor y conmigo (hasta en tres ocasiones porque las dos primeras habían salido borrosas).
Más ganas que fuerzas
Uno, completamente solo en ese momento, y lo digo con máxima humildad, que estoy acostumbrado a organizar conciertos de todo tipo, me marchaba a mi casa cuando me dije a mí mismo: «Curro, quédate». Y entonces todo se convirtió en una sensación mágica complicada de tragar y asimilar.
Me fui junto a la cabina técnica, yo solo, allí donde casi nadie nunca quiere ponerse porque de vez en cuando es molestado por las opiniones de los técnicos, que se ‘pelean’ por el más difícil todavía.
Y allí estaba yo. Empezó el concierto y en la tercera canción ya estaba casi llorando. Ya intuía que el tuyo no iba a ser un concierto más.
Casi sin darme cuenta comprobé que tu voz no llegaba al final de las canciones, que tus ganas eran más grandes que tus fuerzas, que conseguías terminar los estribillos gracias al ánimo del público. Te llevábamos entre todos en volandas mientras cantabas mucho más qué canciones y nos regalabas mucho más que momentos inolvidables.
Un año sabático
Fue entonces cuando dijiste que te tomarías un año sabático con la persona que más querías en la vida y te irías a recorrer el mundo, ya que te habías dado cuenta de lo que realmente significaba la vida; todo esto mientras nos tenías a medio auditorio llorando por dentro sin querer demostrártelo por si provocábamos un mínimo sentimiento de tristeza en ti. ¿Quién cojones éramos llorando nosotros frente a un guerrero como tú?
Hace unos días pude ver en primera persona tu nuevo tema musical, ese que me dejó el cuerpo cortado al comprobar tu deterioro provocado por esa maldita enfermedad, ese que me hizo jurarme muchas cosas, incluidas esas que luego se te olvidan y no cumples porque la memoria del ser humano es demasiado frágil. Y hoy, solo unas semanas después, la vida, esa a la que le juras de todo cada día, me ha dado a mano abierta el mayor de los guantazos; otro más. DEP Pau.