Cultura y ocio

Las Mayas: desde una tradición en extinción hasta un juego de matrimonios

Una celebración originaria del barrio de La Chanca que los almerienses recuerdan con nostalgia

Al llegar el mes de mayo los niños se echaban a la calle a adornar con telas, colchas o mantones las ventajas enrejadas de Almería que eran el fondo del trono en el que se sentaba «la maya». En cada barrio, en cada calle, ataviaban a la niña más guapa con sus mejores galas y alrededor de ella un templo adornado de flores y niños cantando y bailando. Además, la estampa la acompañaban flores, macetas y otros adornos. Mientras tanto, toda la chiquillería asaltaba a los viandantes solicitando un «cuartico o pesetica» para la «maya» que luego gastaba lo recaudado en chucherías. También algunas muchachas jóvenes, mujeres, algún niño audaz o un vecino divertido, aparecían a veces como “mayas”. Es una fiesta muy antigua de La Chanca y de los barrios antiguos de la ciudad que siempre se hizo separada y sin relación alguna con las “Cruces de mayo”.

Esta tradición está casi perdida, pero en algunos sitios, como en el que se originó, se conservan aún tradiciones antiguas de esta fiesta de Primavera. El grupo de Facebook ‘La Chanca Pescadería a Mucha Honra’ ha querido recordar en una publicación esta festividad y en los comentarios se aprecia la nostalgia. «Madre mía mis amigas y yo éramos las primeras en la puerta de la Terraza imperial y la Terraza Norte y del Cine Imperial. Dejábamos el muro de la Rosica de los pilones sin rosas ,y las macetas de geranios de la Plaza del Quemadero sin flores. Uff, cuantos años y qué bonito recordar», asegura Marimar Muñoz Carmona.

Foto: Facebook La Chanca Pescadería a Mucha Honra Almería

El poeta Fermín Estrella insigne almeriense de gran trayectoria, dejó su recuerdo: “En el mes de mayo, inolvidable la imagen primaveral y casi pagana de las mayas, las niñas vestidas de blanco, sentaditas en las esquinas de la plaza, cubierto el blanco sayal literalmente de flores frescas y olorosas”.

Un juego

Como curiosidad de este festejo la asociación Amigos de la Alcazaba destaca que había un juego bereber pre-islámico llamado «La Maya». En éste, dos grupos montados a caballo luchaban por conseguir un muñeco femenino. Los muchachos tenían que trepar a troncos o árboles muy altos adornados en la parte de arriba llamados Mayos. En nuestro país, se celebraban matrimonios, de broma, entre un Mayo y una Maya.

Nuria Faz

Periodista especializada en información y comunicación científica, y en marketing y comportamiento del consumidor por la Universidad de Granada. Fotógrafa de título y de oficio. Amante de la música y los festivales. El Cabo de Gata es su lugar favorito del mundo, amor que se tradujo en un documental ganador del Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés 2017.

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