Así es el cultivo de microalgas de la provincia de Almería
Sus beneficios son aprovechados por el sector de la cosmética, la alimentación o la biomedicina
Las microalgas son las principales productoras primarias del oxígeno que necesitamos para vivir. Liberan a la atmósfera más del 75 % de este. Además, al consumir CO2, juegan un papel importante en la mitigación del efecto invernadero. Pueden encontrarse en ambientes tan extremos como los desiertos, las salinas y otros entornos. Pero hoy venimos a hablar del cultivo de microalgas en Almería y su empleo en alimentación, cosmética, agricultura, etc.
Para ello contamos con la ayuda de Encarni Díaz Santos, doctora en biología y responsable del área de microalgas de la multinacional biotecnológica almeriense de Kimitec.
Principales beneficios
Las microalgas, debido a su amplia diversidad, su plasticidad metabólica y su riqueza en composición bioquímica, producen un sinfín de compuestos de alto valor añadido. Entre ellos lípidos, proteínas, carbohidratos o metabolitos secundarios. De ahí su interés comercial en alimentación humana y animal y otros sectores como la acuicultura, la cosmética, la biomedicina y el biocombustible.
Por ejemplo, en alimentación humana son consideradas como alimentos funcionales y complementos alimenticios ya que son ricas en ácidos grasos como el omega 3, poseyendo un alto contenido proteico. Además, son fuente de vitaminas A, C, B1, B2, B6 y minerales como el magnesio, el potasio o el calcio.
En cosmética destacan por ser productoras de potentes moléculas antioxidantes y vitaminas. También previenen el envejecimiento, debido a sus propiedades regenerativas y protectoras del sol. Se encuentran, además, en otros productos para el cabello.
La agricultura quizás es el sector menos explotado hasta ahora. “En el campo de investigación que nosotros sobre el cultivo de microalgas en Almería desarrollamos hemos comprobado que las microalgas poseen un alto potencial al producir moléculas con propiedades bioestimulantes para la planta”. Estas inducen y mejoran su desarrollo vegetativo, así como también hacen prosperar las propiedades organolépticas de los frutos. Así, mejoran consecuentemente el rendimiento de las cosechas. Producen, a su vez, compuestos antioxidantes y fotoprotectores que ayudan a la superación de diferentes tipos de estrés.
Por otro lado, poseen una potente actividad biofertilizante. Son fuente de aminoácidos libres, macronutrientes y micronutrientes mejorando así la calidad de los suelos agrícolas, además de ser microorganismos fijadores de nitrógeno. “Y son productoras de moléculas con actividad biocida que podrían ser utilizadas en el control de enfermedades y patógenos”, añade Encarni.
Proceso del cultivo
Las microalgas, al ser microrganismos que realizan la fotosíntesis, crecen con la luz, como fuente de energía, y el CO2 como fuente de carbono. De este modo, generan el oxígeno y la materia orgánica que necesitan para vivir. Es por ello que son pocos los requerimientos para su cultivo. Agua, luz, CO2, algunos nutrientes sencillos como el nitrógeno y ciertos micronutrientes.
También es necesario una temperatura adecuada que ronda la temperatura ambiente. Además, las microalgas poseen una alta adaptabilidad al medio. Esto hace que se puedan encontrar en numerosos ambientes naturales desde agua dulce hasta ambientes marinos. Estos son los pasos que se llevan a cabo para el cultivo de microalgas en Almería:
1. Las microalgas son microorganismos fotosintéticos que se cultivan en laboratorio en pequeños volúmenes. En estos laboratorios es donde se procede al aislamiento de nuevas especies, así como a la optimización de los parámetros de crecimiento como, por ejemplo, el medio de cultivo, temperatura, intensidad lumínica, etc.
2. En un paso intermedio, estas especies se llevan a las plantas piloto de microalgas. Aquí se optimizan los bioprocesos de su producción y se afinan los parámetros que se escalarán al nivel industrial.
3. Por último, se trasladan a extensiones de cultivo enormes, con volúmenes de miles de litros, destinados a la producción industrial.
El sistema donde se cultivan las microalgas se denomina fotobiorreactor y existen varios tipos. Por un lado encontramos los sistemas abiertos, como las piscinas o los tanques de cultivo también denominados Raceways, expuestos a las condiciones ambientales. Y por otro, los fotobiorreactores cerrados, que suelen ser planos o tubulares. Estos están formado por unos extensos tubos por donde circula el cultivo de microalgas, cuyos parámetros de crecimiento están más controlados.
«Nosotros contamos tanto con el equipamiento necesario para el cultivo de microalgas a escala laboratorio. Además, tenemos una planta piloto, con columnas de burbujeo, fotobiorreactores de tipo abierto (Raceway) y de tipo cerrado (tubulares y panelares)».
