Chema Artero trae el Día de Muertos de Chiapas a Almería en 20 fotos
La exposición muestra coloristas tumbas desde el 31 de octubre hasta el 28 de noviembre en la Sala Makiniko
El fotógrafo almeriense Chema Artero ha viajado lo suficiente como para darme envidia. Se ha colado con su cámara en sitios que ya quisieran los de Callejeros Viajeros. Me lo imagino con la caradura necesaria para pedir perdón antes que permiso. Pero también con la capacidad de empatizar con los olvidados, con lo marginal, con el otro. Coño, y es que el cabrón cae bien en cualquier contexto.
Por eso puede captar con su cámara peleas de gallos en El Quemadero, en México o en Tailandia. Sus ‘modelos’ no tienen problemas en posar portando armas en barrios de periferia. Lo mismo capta la alegría de una boda que la sangre de una matanza, una purga católica de pecados o animales masacrados en el asfalto. Se cuela con descaro en territorio zapatista, el interior de una cárcel o a pie de un ring de lucha libre.
Exposición de fotos
Y con esa mirada trae a Almería una colección de fotos realizadas en Chiapas con su particular visión sobre el Día de Muertos. Coincidiendo con el centro atestado de gente disfrutando de las actividades de La Noche en Negro, la presenta el próximo jueves 31 de octubre en la Sala Makiniko (Conde Ofalia, 12) a las 20.30 h.
En las fotos de la exposición, que se podrá visitar hasta el 28 de noviembre, Chema Artero se adentra en el tradicional ritual que se vive en el estado mexicano de Chiapas. A través de veinte fotografías recorre coloristas tumbas y capta la forma en la que dos comunidades, El Romerillo y Zinacatán, rinden culto a sus difuntos con puntos en común pero sutiles diferencias.
Mientras unos hacen homenaje a la tradición brindando con aguardiente de maíz –posh–, bailando, cantando y, en definitiva, festejando la visita de las almas difuntas que viajan desde el más allá para vivir con sus familias en este día, otros, engalanan sus tumbas y su panteón ceremonial con flores. Dando lugar a una jornada de celebración donde reinan la tradición y fraternidad entre ambas familias.
A través de veinte fotografías en las que se recorren coloristas tumbas, Artero retrata su particular visión de este día tan importante, en el que las dos comunidades rinden culto a sus difuntos de una manera muy especial.
Ya tienes una excusa más para salir en Halloween, La Noche en Negro, la víspera de Todos los Santos o el Día de Muertos, como prefieras llamarlo.
