Caminar por la playa: beneficios para cuerpo y mente
Con 217 kilómetros de costa, Almería presume de paseos idílicos por la orilla
La costa de Almería abarca una extensión de 217 kilómetros y hasta 13 municipios. Así las cosas, la provincia ofrece un amplio abanico de lugares por los que dar largas caminatas para oxigenar nuestra mente y desentumecer los músculos. Caminar por la playa ofrece multitud de beneficios a nuestro cuerpo y mente. Veamos…
Uno de los ejercicios ligeros que más beneficios aporta a nuestra salud es un buen paseo por la orilla de la playa. El mar proporciona minerales como el sodio o el yodo que ayudan a combatir el envejecimiento de la piel. La arena es un exfoliante natural que ayuda a eliminar durezas en los pies.
Caminar por la playa también mejora el riego sanguíneo, ya que el contacto de la piel con la arena provoca una estimulación de la circulación y previene la formación de varices o la hinchazón de los pies.
Los pies son una de las zonas con más terminaciones nerviosas del cuerpo, es por ello que al caminar por la arena estos se estimulan ayudando al sistema cardiovascular.
Tolerancia al estrés
Para el sistema nervioso estos paseos modulan la sintomatología depresiva, disminuyen la ansiedad y el estrés percibido, mejoran los vínculos sociales, así como la autoestima y reducen las tensiones corporales y el negativismo e incrementan la tolerancia al estrés.
El contacto entre el agua y la arena juega a nuestro favor. Las piernas tienen que vencer la fuerza del agua para avanzar. Esto supone un ejercicio físico moderado que tonifica músculos y glúteos.
Tenemos que diferenciar entre caminar por la arena mojada y seca, esta última opone mayor resistencia al andar, por tanto, para seguir una progresión lógica comenzaremos andando sobre arena mojada para pasar poco a poco a la arena seca. De este modo también evitaremos que aparezcan agujetas o molestos dolores que harán que aborrezcamos caminar sobre arena desde el primer día.
Y, por último, evita las horas donde el sol tiene más fuerza. Las primeras horas de la mañana y el atardecer son perfectas para pegarse una buena caminata por la orilla del mar.
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