El Venecia, un viejo bar de los años 60 en Almería
El sabor de Almería también se cuenta a través de sus bares históricos
Hoy día existe una amplia variedad de deliciosas tapas que acompañan a nuestra bebida predilecta. Son muchos los bares y restaurantes de nuestra provincia que ofrecen gran calidad y variedad en sus elaboraciones culinarias, lo que ha contribuido a un merecido nombramiento: Almería 2019, Capital Española de la Gastronomía.
Frente a las innovaciones de grandes chefs que ofrecen bocados exquisitos y espectaculares, no pueden faltar las tapas tradicionales, todo ello elaborado con los mejores productos de nuestra tierra.
Cuando saboreamos estas exquisiteces, disfrutando de una grata compañía, no solemos pensar en quién anda detrás del proceso de elaboración de estos manjares.
Es por ello que, si me lo permiten, voy a relatarles una historia muy especial que transcurrió a lo largo de más de treinta años, una historia de tapas.
Comidas de las de antes
El café bar Venecia abrió sus puertas cerca de los movidos años setenta. Vecino del emblemático La Cabaña del Tío Tom, junto al paseo marítimo, fue testigo, junto a sus propietarios, del auge de aquella zona que empezaba a ser algo más que un lugar de veraneo.
Lola y Eduardo habían emigrado a Alemania desde su Granada natal, en busca de mejor fortuna en unos tiempos bastante duros. Tras unos años fuera, animados por familiares residentes en Almería, decidieron establecerse en nuestra ciudad de forma permanente junto a su hijo y abrir un bar en una calle perpendicular a la Avenida de Cabo de Gata.
Los comienzos, como suele ocurrir, no fueron nada fáciles. Pero nada como el empeño en que salgan las cosas bien y el duro trabajo para sacar todo adelante.
Mientras Eduardo atendía la barra, su mujer permanecía en su diminuta cocina deleitando a los parroquianos con todo tipo de tapas para todos los gustos: papas con alioli acompañadas de anchoas en salmuera, elaboradas por ella misma; hígado en ajillo con patatas fritas cortadas a mano; paella; carne con tomate; calamares; tortilla de patatas…
Al poco de haberse establecido en Almería, Lola quedó embarazada de su segunda hija, que prácticamente nació entre fogones, pues el mismo día que rompía aguas, siguió preparando tapas hasta el momento del parto.
Mucha vida en el bar
Por El Venecia han pasado personas muy conocidas, como Baltasar Garzón o José María García, los cuales tuvieron la oportunidad de probar la cocina de Lola.
Cercano el nuevo siglo, el Venecia (que en los últimos tiempos había pasado a llamarse Los Cazadores, cerró sus puertas tras más de treinta años en funcionamiento.
Atrás quedaron las manos encallecidas y cortadas de pelar a mano kilos y kilos de patatas, las escoceduras provocadas por la sal de las anchoas en salmuera, los madrugones para ir a comprar al mercado los productos más frescos, las quemaduras con la sartén al dar la vuelta a las tortillas…
Las tapas, deliciosas, tienen su historia.
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