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Albufera de Adra, una reserva natural entre invernaderos

Un humedal que es una fuente permanente de alimento y vida para la fauna de la zona, y un lugar de paso obligado en las rutas migratorias para las aves

La naturaleza descubierta se abre paso entre el plástico en Adra. Un agua cristalina refleja las estructuras blanqueadas de los invernaderos. Entre ellos surgen dos masas de agua en las que se desplazan aves con picos azules. A modo de cerco, masas de cañas y vegetación de humedal. Hablamos de la Albufera de Adra, una Reserva Natural entre la desembocadura del río Adra y los Llanos de Dalías.

Una zona ubicada en un entorno semidesértico que se mira en el Mediterráneo. Y es que la Albufera de Adra, además de estar rodeada de vegetación e invernaderos tiene el mar a escasos metros. Unas aguas salobres provienen de las filtraciones de las aguas y, sobre todo, de los aportes de la lluvia que llegan desde los barrancos de La Estanquera y de Las Adelfas.

albufera de adra

Este humedal costero está compuesto principalmente por dos lagunas: la Albufera Honda y la Albufera Nueva. La más antigua es la Albufera Honda, la más alejada de las dos, mientras que ‘la nueva’ se encuentra más cercana a la costa. Esta última se produjo al principio del siglo XX tras la construcción del puerto pesquero de la ciudad y el cambio el curso del río Adra, en cuyo delta se encuentra.

Un lugar lleno de vida

Son muchas las condiciones que se dan en esta zona y que constatan los valores naturales que presenta este espacio natural protegido. La presencia de aguas permanentes, junto con la suavidad climática de sus inviernos, hacen que este humedal se considere el más importante de la provincia de Almería, y lugar principal en el paso de las rutas migratorias que establecen las aves entre los continentes europeo y africano.

En sus aguas viven más de 140 especies de aves, que han encontrado en la albufera un hábitat donde desarrollarse. Es el caso de la muy escasa Malvasía cabeciblanca, que comparte territorio con Somormujo labanco, Fochas, Azulones, Zampullin cuellinegro y otras muchas que hacen de este espacio uno de los más importantes en el paso migratorio de la zona. Especial hincapié en el pato buceador, la joya de la Albufera de Adra. La Malvasía cabeciblanca es un pato cuya existencia está amenazada a nivel mundial. Está en peligro de extinción principalmente por la pérdida y deterioro del hábitat y humedales y a la caza furtiva.

El fartet y otros bichos

Bajo el agua, se pueden encontrar desde peces endémicos y en peligro de extinción, como el Fartet, hasta reptiles como el galápago leproso y la culebra de agua. Debatiéndose entre la tierra y el agua, unas 600 especies de flora y fauna identificadas. Destacan por su abundancia, la espiga de agua y la najas, pero sobre todo Zannichellia, también en peligro. La vegetación emergente está dominada por el omnipresente carrizo, si bien es de interés la masiega, helófito raro en Andalucía oriental. Sin olvidarnos de los invertebrados, de los que actualmente son protagonistas el caracol Melanopsis lorcana y el escarabajo Cybister vulneratus por estar amenazado.

Se trata de una zona que acoge mucha vida en 65 hectáreas declaradas como Reserva Natural, además de una extensión de otras 152 hectáreas consideradas zona de protección.

Los amantes de la naturaleza tienen en la zona un importante espacio para el disfrute. La Albufera de Adra se encuentra cercada y para visitarla se requiere autorización previa y la compañía de un agente ambiental, que nos permitirá acceder al observatorio que se realizó en la Albufera Nueva.

Nuria Faz

Periodista especializada en información y comunicación científica, y en marketing y comportamiento del consumidor por la Universidad de Granada. Fotógrafa de título y de oficio. Amante de la música y los festivales. El Cabo de Gata es su lugar favorito del mundo, amor que se tradujo en un documental ganador del Premio Nacional de Periodismo Francisco Valdés 2017.

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