Abla, un pueblo con raíces romanas y aires árabes
Calles estrechas y empinadas con casas blancas y aroma a flores desde los balcones caracterizan este lugar
Ahora os diré como llegar, pero primero, os quiero explicar de dónde proviene el nombre de Abla. Como todos los nombres, una sucesión de cambios dialécticos y sucesivas conquistas también han originado este, habiendo diversas variantes y teorías al respecto.
Pero yo me quedo con la más romántica (que seguro no la certera), donde se dice que el nombre de la población se debe a un militar romano de alta graduación, o incluso a una princesa mora.
Ahora sí, para llegar a Abla lo más rápido es coger la autovía dirección Granada, la A-92. Desde la capital se llega en unos 50 minutos puesto que solo nos separan de este bonito pueblo de montaña, ubicado a las faldas de la Sierra Nevada, unos 66 km.
También, se puede hacer de forma más complicada, que es subiendo por la Alpujarra y saltando la sierra, por Canjayar y Ohanes. Este trayecto, aunque bastante más largo, curvo y cansino, ofrece algo que el viaje por autovía no tiene, vistas.
Al cruzar por medio de la sierra, encima parque natural, nos podemos encontrar con flora, fauna y rincones con encanto que de la otra manera nos perderíamos y todo a cambio de media hora de nuestra vida.
Mucho que aprender
El pueblo de Abla tiene sus orígenes como civilización moderna en los pueblos romanos como da fe un mausoleo del siglo II, reusado, abandonado, reusado, abandonado y reconstruido en múltiples ocasiones. Otro resto de esta época es el Pedestal de Avitiano del siglo III.
Su origen natural es mucho más antiguo como atestigua El Peñón de las Juntas. Un asentamiento fortificado y su necrópolis perteneciente a la Edad del Cobre, en concreto a la «Cultura de Los Millares” que se remonta a los años 2500-2000 a.C.
Restos de la historia de Abla
Al igual todos los pueblos de la sierra, éste pueblo de la sierra almeriense, tuvo su importancia en la época musulmana. De esta época no nos deja vestigios ya que su castillo árabe del siglo IX ya ha desaparecido, pero lo sabemos a través de los restos encontrados.
Sin embargo, este pueblecito nos deleita con su configuración tan típicamente musulmana como lo son sus calles estrechas y empinadas, sus casas blancas y su aroma a flores proveniente de los balcones.
Pasada la reconquista y empezada la repoblación se hacen patentes la aparición de iglesias y ermitas, que oscilan entre el siglo XVI y XIX. En este enlace podréis encontrar más información detallada sobre cada uno de los elementos nombrados.
Enclavado a las faldas de Sierra Nevada, como ya habíamos dicho, disfruta de un entorno natural apto para todos los paseantes y senderistas. Son muchas las rutas que nos ofrece: la de los Olivos, Los Puentes, La Histórica, Los Molinos… En la página del Ayuntamiento de Abla encontrareis toda la información que podáis necesitar.
Así que ya sabes, no dejes sin visitar este pueblecito que tantas veces habréis dejado de lado al pasar por la autovía. Tomad el desvío y disfrutad del descubrimiento de nuestra tierra.
Si te ha gustado este artículo, quizás te interese conocer otros pueblos de Almería.