Vino de vacaciones, se enamoró y ya no se marcha de Almería
Charlotte Leonczek ha conocido en nuestra tierra la humidad y la calidad de vida
Vino de vacaciones a Almería con su pareja y se enamoró de nuestra tierra. Esta es la razón por la que Charlotte Leonczek lleva viviendo en la provincia andaluza desde el año 2016 y ya la considera su hogar. Nació en Inglaterra, pero ha pasado la mayor parte de su vida en Hong Kong. Cuando llegó a España sintió un choque cultural, estaba acostumbrada a ver las tiendas abiertas durante todo el día y, entre otras cosas, no entendía por qué dormíamos siesta.
Cambio de vida
En Hong Kong siempre iba con prisa y trabajaba cincuenta horas a la semana. «En Almería hay mucho menos estrés y aprecio mucho más los detalles pequeños de la vida, como tomar un buen café lentamente con un tostada de tomate y aguacate, ver el sol sobre las olas por la mañana, escuchar a la gente cantando en un chiringuito o sentir a las abuelas hablando en voz alta sentadas en la puerta de su casa. Para mi ahí esta la magia», relata Leonczek.
Por otro lado, asegura que en este lugar de Asia todo era una competición por ver quién ganaba más, quién tenía la ropa más cara… «Creo que Almería me ha enseñado a ser quién soy sin todo eso», aclara la de Inglaterra. También considera que aquí la gente es más humilde: «Tengo el mejor grupo de amigas que he tenido en mi vida, son mi ‘familia’ mientras que la mía está a más de 10.000 km de distancia, ellas me han enseñado un montón».
Ahora trabaja como profesora de inglés y ya tiene toda su vida aquí: amigas, pareja y gatos. Además, se acaba de comprar un piso, por lo que no tiene pensamientos de marcharse. Quiere seguir sumando experiencias y anécdotas como la que vivió al poco tiempo de llegar al ir a una óptica y pedir lentejas en vez de lentillas. También tiene manías como pedir ‘salmorejo sin todo’: «decir salmorejo sin nada parece que lleva algo… y soy vegana».
Durante estos años ya ha podido hacer la lista de sus lugares y momentos favoritos. El primero es la Playa de los muertos, después el atardecer en La Alcazaba y luego se queda con el Arrecife de las Sirenas.