Humedales y búnkeres, atractivos de la costa de El Ejido
Uno de los principales municipios de la provincia de Almería que no destaca únicamente por ser el mar de plástico
Aunque este municipio este compuesto por más núcleos urbanos, nos vamos a centrar en la costa de El Ejido, ya que, en el interior, solo nos encontramos con Santa María del Águila. La cual, es principalmente la zona industrial de este municipio almeriense y Pampanico, una pequeña barriada por la que pasamos de camino a la Alpujarra.
La costa nos ofrece tanto naturaleza, cultura, como deporte. Las playas de la costa de El Ejido, se extienden desde algo más allá de Playa Serena (Roquetas de Mar), hasta que topa con las de Balanegra.
La playa de Cerrillos, es la que está en contacto con los humedales y el paraje natural de Punta Entina-Sabinal, paraje que comparte con el municipio adyacente de Roquetas de Mar.
Entre grandes cañaverales podemos divisar los humedales a los que todos los años acuden los flamencos para pasar los meses de invierno, al igual que muchas otras aves (+de 200 catalogadas).
Un sueño para los aficionados a la ornitología. El paraje está cruzado por multitud de senderos que lo hacen muy asequible, aunque no recomendaría hacerlo en verano, ya que debido al tipo de vegetación no hay ningún tipo de sombra.
El otro gran humedal que pertenece a El Ejido, se encuentra en Las Norias de Daza, junto a la carretera dirección La Mojonera.
Las zonas de la costa de El Ejido
Siguiendo la línea de costa llegaremos a Almerimar, que alberga el puerto deportivo y la mayor cantidad de oferta de ocio y deportiva. La zona, cuenta con alojamientos turísticos, campo de golf y discotecas, siendo el núcleo turístico por excelencia de este municipio.
Como no puede ser de otra manera, junto a la costa se fomentan los deportes acuáticos, por lo que podremos encontrar clubs náuticos, de buceo o windsurf.
Y para los que son más de quedarse en tierra, este municipio ofrece deportes como el tiro al plato, hípica, golf y los karts, ubicados en el centro comercial Copo (Ctra. Almerimar-El Ejido) entre otros.
Avanzando un poco más llegaremos a Guardias Viejas. Una pequeña pedanía que quedaría olvidada si no fuese por su castillo. Esta construcción hace que El Ejido forme parte de la ruta de castillos por Andalucía.
Las costas siempre han sido punto de entrada para conquistadores y piratas, de ahí la necesidad de levantar torres fortificadas o baluartes. De hecho, la costa almeriense está salpicada de ellos en toda su extensión. Algunos mejor conservados que otros.
El de Guardias viejas, fue levantado en el siglo XVIII y tuvo que ser reconstruido en el XIX, tras ser arrasado por los ingleses durante la Guerra de la Independencia.
Se trata de un bastión cuadrangular, reformado hace unos años. Ahora, alberga una exposición permanente de uniformes militares y armamento de la época, así como, maquetas de fortificaciones costeras.
Es visitable, la entrada es gratuita, pero recomiendo asegurarse del horario. Toda la información en este enlace.
Justo debajo del castillo podemos encontrar dos bunkers, uno situado al sur y otro al oeste. Se construyeron en 1938, durante la Guerra Civil Española.
Un puerto con mucha historia
También, en la zona nos encontramos una ensenada natural que parece haber servido en la antigüedad como puerto comercial de Murgi (nombre primitivo de El Ejido).
En la zona, se localizaron restos de una factoría de salazón de pescado. Se llevaba a cabo la fabricación de la célebre salsa romana denominada garum y quizá también la elaboración de la púrpura.
Nos seguimos moviendo para llegar a Balerma. Ahí está la otra torre fortificada del siglo XVIII. También restaurada por el Ayuntamiento para favorecer su vista.
Los bastiones son todos más o menos de la misma época, ya que fue el Rey Carlos III, quien los mando construir.
Sus playas, portadoras de la bandera azul y Q de Calidad son una de las favoritas de los bañistas por los múltiples servicios que ofrece.
El ámbito gastronómico de este municipio es tan amplio como su extensión. Desde pescados de la costa, hasta los platos contundentes del interior pasando, por la inmensa cantidad de hortalizas que se cultiva en la zona. Aquí no le faltará de nada al paladar.
Espero que os animéis a descubrir a esta joya escondida bajo plásticos, ya que la costa de El Ejido, es mucho más que cultivos como habéis podido comprobar.