Rubén Pleguezuelos: “La cicatriz encima de la ceja es una herida de guerra”
A punto de comenzar el Curso de Iniciación de Esgrima Escénica de la Escuela de Arte Dramático y Cine de Almería
Rubén Pleguezuelos, profesor de la Escuela de Arte Dramático y Cine de Almería, (EADCA) es actor licenciado en arte Dramático por la Esad de Murcia. Allí se formó en esgrima escénica con Paco Alberola.
Fruto de ese conocimiento, el Teatro Cervantes de Almería albergará muy pronto el primer Curso de Iniciación de Esgrima Escénica, al que te puedes apuntar si quieres aprender coreografías a lo Star Wars o Íñigo Montoya.
1- Rubén, te estrenas como profesor en la Escuela. ¿De dónde vienes y por qué has venido a este rincón del sur de Andalucía?
“Vengo de Elche, en la provincia de Alicante. Y bueno, yo conocía el proyecto y confío totalmente en Ricardo Arqueros, que me parece un hombre de teatro brutal.
Entonces, fue cuando me llamó para ofrecerme subirme al barco de Kuver y adentrarme en esta aventura. ¡No me pude negar! Soy consciente de los esfuerzos que supone para la productora sacar la escuela adelante y me parece muy valiente. No podía negarme”.
2- ¿Qué asignaturas impartes a los alumnos? Explícanos brevemente en qué consisten y qué beneficios aportan a los futuros actores y actrices.
“Yo imparto esgrima escénica, escenotécnia y técnica escénica a los alumnos de tercero y de interpretación. La esgrima escénica no necesita demasiada presentación. Es el arte de la espada adaptada a la escena. Es un juego escénico en el que el actor juega con sus armas con su compañero y no conta su compañero.
Es un trabajo difícil, porque es muy técnico y sólo desde el control absoluto de la técnica, se consigue la seguridad para combinar la espectacularidad con el mínimo riesgo.
En la asignatura de escenotécnia los alumnos se acercan al fascinante mundo de la técnica: La maquinaria, la iluminación, el sonido y el video. No para que acaben convertidos en técnicos, sino para que conozcan las herramientas técnicas que tienen a su servicio. Son fundamentales en las artes escénicas del siglo XXI”.
Además, una de las salidas profesionales que van a tener nuestros alumnos cuando se incorporen al mercado laboral, es la creación de una compañía propia. En la que puedan desarrollar sus propios proyectos. Como creador es fundamental conocer los aspectos técnicos que intervienen en el hecho teatral”.
Subidón de adrenalina
3- ¿Hay riesgo?
“Poco, porque todas nuestras luchas están coreografiadas, pero siempre puede haber accidentes. Nuestras armas son de acero y aunque no tengan filo son armas contundentes.
De hecho, no sé si se aprecia, pero la cicatriz que tengo encima de la ceja es una herida de guerra. Un espadazo con una espada medieval no hace mucho tiempo. Pero no es común que ocurran cosas así. Para ello es fundamental el control de la espada y del cuerpo”.
4- ¿Por qué decides dedicarte al teatro?
“Pues yo tenía 13 o 14 años cuando por casualidad acabo en una asociación de recreación histórica que realiza representaciones teatrales de corte clásico, y ahí pruebo por primera vez el teatro. Y fue probarlo y no poder dejarlo.
Ensayaba todos los días… De hecho, me saqué segundo de bachillerato porque me rompí dos veces el pie ese año y no pude actuar. Cuando acabé el curso me vi en la disyuntiva de decidirme entre cursar una carrera tradicional o hacer de mi hobby y pasión, mi profesión. Y me fui a Murcia a estudiar arte dramático”.
La vida tranquila de Rubén Pleguezuelos
5- Tienes una compañía de teatro, y has ejercido como actor, director, productor, gestor, jefe técnico y profesor. ¿El teatro es un mundo donde es mejor saber de todo?
“Yo no entiendo el teatro de otra manera. Y respeto, por supuesto, a los actores que son sólo actores, o a los directores que no se manejan en el mundo de la técnica. Pero la forma que yo tengo de vivir el hecho teatral, hace que no me pueda separar de todas esas facetas.
Evidentemente algunas me gustan más que otras, pero tengo una compañía pequeña, junto a mi pareja. Entre los dos, tenemos que sacar el mayor trabajo posible para adelante.
A mí me encantaría poder tener un equipo de técnicos que llegara al teatro y montara por mi para que cuando yo llegara al teatro a actuar estuviera todo listo. Pero eso ahora mismo para nosotros, es una utopía por lo que nos hemos esforzado en prepararnos en diferentes facetas.
Y bueno, paralelamente como técnico para otras compañías, es verdad que tengo mucho trabajo y estoy muy bien situado. Puedo decir que me permite llevar una vida tranquila”.
6- Tu profesión te ha llevado hasta países muy lejanos. ¿La forma de trabajo era muy diferente a la española?
“La forma de trabajo es similar a la nuestra en casi todos los lugares a los que ido. En América Central son mucho más calmados y se viven a otro ritmo, pero por lo demás… no hay grandes diferencias”.
Experiencias de vida
7- ¿Qué lugares te han causado más impresión?
“Me quedo con Caracas, en Venezuela. Me voy a meter en un charco, pero bueno. Lo están pasando mal allí. Estábamos trabajando en una plaza, con unos equipos de primeras marcas. Todo en un estado perfecto, con un equipo humano brutal, super bien atendidos por todos los responsables técnicos del festival, pero los montadores tenían hambre.
Fue duro. Y te lo planteas, te planteas: ¿qué mierda hacemos aquí? ¿de verdad merece la pena el gasto para que estemos representando aquí? Pero luego ves la respuesta del público y todo se pasa. Fue muy emocionante”.
8- Conoces el mundo de la escena desde ambos lados: artístico y técnico, productor e intérprete. ¿Qué tienen en común?
“En común siempre tienen el objetivo. El teatro es un acto comunicativo y lo más importante es siempre el mensaje. Esa es la clave.
Eso es lo que hace que todos los miembros del equipo remen en la misma dirección. Lo más importante, es lanzarle el mensaje al espectador y para ello, debe haber una simbiosis perfecta entre la parte artística y técnica”.
9- ¿Por qué un actor debe conocer el mundo de la técnica?
“Porque la técnica actualmente, se ha convertido en otra herramienta discursiva. No se trata de un elemento decorativo, o accesorio, sino que, tiene un montón de utilidades expresivas y conocerlas, amplia nuestras posibilidades.
Además, en ocasiones me he encontrado actores que no valoraban y respetaban el trabajo técnico. Y como te decía, es fundamental la unión de todos los eslabones de la cadena”.
10- ¿Crees que los alumnos que estudian en ciudades pequeñas, como en este caso en Almería, tienen menos oportunidades en el ámbito profesional?
“A ver, es complicado, por supuesto, pero hay muchas maneras de ganarse la vida con las artes escénicas. Estar en Madrid no te garantiza nada. Hay más oferta, pero también mucha demanda.
Desde las ciudades pequeña creo que es más fácil crear, generar proyectos y tratar de sacar movidas propias.
Pero lo importante, es que los alumnos se esfuercen por aprovechar al máximo su formación. Que alcancen el mayor nivel posible, para enfrentarse a todos los retos que plantea esta profesión y para ello, tienen la suerte de estar en la escuela”.