Diego del Cachote: del coro evangélico a la Fase de Desafíos de Tierra de Talento

Diego Montoya, más conocido por Diego del Cachote, es un apasionado por la música desde que nació y ha cumplido uno de sus sueños: cantar en un plató de televisión. El artista se ha criado toda su vida rodeado de arte. Su nombre artístico es un homenaje a su abuelo quien nació en el barrio de La Chanca e inculcó el flamenco a su hijo y, posteriormente, a su nieto.

Desde los seis años sus padres apostaron por su talento y fue de su padre de quien aprendió el cante. «Más que enseñarme aprendí de escucharle. Yo me sentaba en sus rodillas a oírle por seguidillas, por soleá… y ahora le he robado todo el arte», asegura Diego del Cachote.

El almeriense ha formado parte durante ocho años de un coro evangélico y a raíz de la pandemia tuvo que dejar de hacerlo. Aunque lo que no ha abandonado es la música. Conoció al guitarrista Antonio de Quero en el programa Talento Marca de Radio Marca Almería y este le dijo que tenían que ponerse a estudiar y a trabajar juntos, algo a lo que Montoya accedió. Llevan ya alrededor de cuatro meses unidos en la música y, en este tiempo, hubo un día que decidieron embarcarse en una aventura: Tierra de Talento.

Tierra de Talentos

En el concurso los participantes luchan por alzarse con el gran premio final: una beca de estudio en su materia valoradas en 10.000 euros. Está dividido en tres fases:

•  Fase de Admisión: un total de 50 concursantes se exponen para pasar a la siguiente fase. Solo aquellos que consiguen la unanimidad del jurado pueden continuar. Al final de la noche, los concursantes que obtienen 4 estrellas iluminadas en el tiempo de deliberación, se juegan una última plaza para la siguiente fase.
• Fase de Desafíos: los artistas llevan desde casa un desafío impuesto por el propio programa. El jurado, otorga los pasaportes a las semifinales del concurso e impone retos a aquellos concursantes que pasen a las semifinales. De nuevo, solo los que consiguen unanimidad tienen un puesto asegurado en las semifinales. Los que consiguen 4 estrellas se juegan una última plaza al final de cada programa.
• Semifinales. Durante esta fase los concursantes se juegan su pase a la final. Una vez más, solo la unanimidad otorga el pase directo a la final. El resto son eliminados o se juegan una última plaza al final de cada programa.

Un sueño

Los flamencos mandaron un video al programa de Canal Sur y el día 8 de abril llamaron a Diego del Cachote diciéndole que era el nuevo concursante del ‘Talent Show’. «Era mi sueño. Llevo soñando con ser flamenco desde que estaba en el vientre de mi madre. Cuando me dijeron que iba a participar fue un notición», relata el cantante.

Llegó el día del programa y desde las doce de la mañana que apareció en el teatro en el que se grababa Tierra de Talento hasta las siete y media de la silla de anea no se creía lo que estaba viviendo. Una vez tomó asiento pensó en su abuelo fallecido y le dijo: «Esto va por ti ya que tú no pudiste vivirlo. Tengo que pasar a la siguiente fase». Después, acompañado a la guitarra por Antonio de Quero interpretó unos fandangos de Camarón. Con estos consiguió pasar a la fase de los desafíos gracias a la unanimidad del jurado.

Diego nunca ha pensado que pudiese convertirse en un cantante flamenco. Creía que valía para actuar con sus amigos, en su casa o en una fiesta pero no para ir a la tele. Ahora, con los pasos que está dando ha empezado a valorarse: «no a creerme que soy artista ni cantante sino a ver que puedo luchar por mi sueño».

El cantaor está a la espera de que se celebre la Fase de Desafíos y está centrado en trabajar el tema que le han asignado de Pepe de Lucía para llegar lo más lejos posible. «Me puse en contacto con el maestro y le dije que qué me aconsejaba, me contestó que hiciese mía la canción. Le pregunté que si la hacía por soleá y me dijo: hazla. Pero me cogió Antonio de Quero y me propuso empezar la canción por balada, seguir con soleá por bulerías y terminar por bulerías», añade Diego del Cachote.

Mientras esperamos la próxima actuación del almeriense, él mismo asegura que si algún día Dios le ayuda a recorrer España cantando y le van bien las cosas nunca se va a olvidar de su tierra porque no deja Almería por nada del mundo. Tampoco abandona el flamenco pues para él es como el comer: «Canto para vivir no vivo para cantar». Va a seguir disfrutando de este mundo y se va a subir a un tablao flamenco, algo que todavía no ha hecho nunca. «En la Peña El Morato están ansiosos por llevarme para allá y para mi es otro sueño cantar ahí» asegura el artista. También le gustaría cantar con Antonio Reyes o Israel Fernández.