La fotógrafa Estela García ‘imprime’ sus alas de insecto en platos de cerámica

La artista almeriense lleva su proyecto 'mapas de vuelo' a la mesa para que se pueda "disfrutar de la fotografía también comiendo"

Nunca la imagen estuvo tan presente y tuvo tanta fuerza como en la actualidad. Hoy en día la fotografía se ha posicionado como una de las disciplinas artísticas con más poder. Tanto es así que se le puede dar muchas utilidades. Algunas son estéticas y otras permiten disfrutar de su uso, e incluso convertirse en una expresión artística muy valorada. Es el caso del proyecto ‘Mapas de vuelo’ de Estela García, un trabajo fotográfico elaborado con película ortocromática sobre el que ahora podemos comer.

La sensibilidad altamente poética de Estela, su originalidad, su evidente aprecio por los objetos tridimensionales y la exploración de nuevos materiales, llevaron a esta fotógrafa a dar rienda suelta a probar con la fotografía en cerámica. Para ello, ha hecho uso de su proyecto ‘mapas de vuelo’ previamente desarrollado conceptualmente y emocionalmente con otro tipo de formatos y de técnicas.

El proceso de ‘Mapas de vuelo’ es de lo más curioso. Los negativos proceden de alas de insectos, de los cuales se obtiene la fotografía analógica. La forma de las alas y los recovecos que quedan en su estructura hicieron compatibles estas fotografías con la materialización en luminarias. Para conseguir un efecto tridimensional se obtuvo el positivo y el negativo fotográfico de los negativos, en este caso de las alas.

Cocido a 1100 grados

Sin embargo, Estela García no se ha quedado ahí y ha querido llevar el proyecto más allá: “He visto piezas de cerámica chinas y siempre me ha resultado muy atractivas, y he querido conseguir eso con mi proyecto”. De este modo, la cerámica pasa de ser un simple recipiente a una recreación ornamental con una pieza fotográfica proyectada en el centro de ella.

Para su resultado en la cerámica ha de transportarse la fotografía a ‘calco vitrificable’. Esos calcos se cuecen a temperatura muy alta, concretamente a 1100 grados. De este modo, acaba penetrando la tinta en la cerámica, por lo que estas piezas se pueden utilizar de manera doméstica.

De momento solo tiene algunas piezas, pero nos cuenta que “lo que me gustaría con estas piezas es llevarlo realmente a una vajilla completa y que se pueda disfrutar de la fotografía también comiendo”.  Estela García es una fotógrafa que no para de explorar técnicas nuevas y de llevar la fotografía almeriense no solo a galerías de todo el país, sino también a la mesa. Estela también forma parte del Colectivo Interestelab y es la impulsora de la Residencia de Arte de Costacabana.

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