El conjunto montañoso de Sierra de Filabres se sitúa como la principal masa forestal en Almería. Sí, Almería también tiene bosque y este ha sido, sin duda, el mayor de todos. Comprende 6.616 hectáreas y es considerada como una Zona de Especial Conservación (ZEC). Aunque su vegetación actual es fruto del duro golpe sufrido durante tantos años. La intensidad de la actividad humana como la minería, las talas descontroladas, la presión ganadera o las roturaciones han provocado la gran deforestación de este espacio.
Los importantes yacimientos de hierro que se desarrollaron en este lugar fueron la principal causa del retroceso de esa masa forestal durante los siglos XIX y XX. Hoy, SERBAL, junto a la actuación de la Junta de Andalucía, se propone recuperar lo perdido durante tantos años.
En los años 60 las explotaciones de minería se cierran y la sierra es abandonada. La panorámica del paisaje era desoladora. Los claros abundaban y, además, muchas zonas agotadas coincidían con pendientes, favoreciendo aún más el proceso erosivo del lugar.
Víctimas de la acción humana
Los árboles son claramente las víctimas de la intensa acción humana que aquí ha tenido lugar. El encinar, que fue el protagonista en este espacio, fue sometido a una grave roturación para transformar su tierra en zonas de cultivo. Algunas llegaron a ser salvadas, como el Marchal del Abogado o la Encina de la Peana. Esta última, que fue declarada Monumento Natural, se encuentra actualmente en una situación límite, a punto de morir.
Los pinos laricios, que se encontraban en zonas calizas, también fueron destruidos, contando con la existencia en la actualidad de apenas unos cincuenta ejemplares centenarios.
A pesar del maltrato recibido durante los últimos siglos, la sierra sigue conformando un espacio de inmensa singularidad botánica. Cuenta con más de 50 endemismos vegetales. El acerbo genético es uno de los ejemplares de mayor interés.
Después del abandono de la zona en los años 60 se inicia una labor repobladora con la que es reforestada 44.000 hectáreas. Para ello, se usará el negral, pino carrasco, pino laricio y silvestre. El empleo de estas especies poco exigentes se debe a la pobreza del suelo maltratado; era necesario crear el suelo perdido y por ello se emplean ejemplares menos “exquisitos” con las condiciones del entorno.
La Sierra de Filabres no solo destaca por su flora, sino también por su fauna. Destaca el gato montés, el sapo partero bético, el águila real, el águila perdicera o las mariposas como el Parnassius apollo filabricus o Pseudochazara Hippolyte.
Labores de reforestación
Y aunque se haya producido una inmensa repoblación, aún queda mucho trabajo que hacer, pues el culmen de este proceso se verá dado por la introducción de la encina y otros arbustos. Si la restauración no se completa con la inclusión de especies de matorral, la sierra nunca llegará a ser un bosque.
La Junta de Andalucía sigue luchando por naturalizar los pinares y evitar el decaimiento de la masa forestal.
Por su parte, SERBAL también lleva a cabo desde el año 2021 una importante labor de recuperación e investigación en la Sierra de Filabres. Entre las actividades que realizan se halla la instalación de cajas nido, el censo del gato montés o el seguimiento de anfibios del entorno. Los datos recogidos hasta ahora arrojan importantes deducciones. La fauna se concentra en prados, zonas de cultivo naturalizadas y zonas de vegetación natural, debido a la abundancia de flores y frutos. De ahí la importancia de la reintroducción y salva de la masa forestal de la Sierra.
Aunque, el principal cometido de este proyecto es volver a introducir especies casi desaparecidas, aumentando la resiliencia de la masa forestal. El proyecto se acometerá con voluntarios locales llevando a cabo las siguientes tareas:
- Recolecta de semillas locales en el vivero de la Universidad de Almería.
- Reforestación en diferentes montes públicos de la Junta de Andalucía
- Revitalización de arboledas asentadas en antiguas zonas de cultivo.
- Inventariado de arboledas singulares.
- Acciones para fomentar la biodiversidad (recuperación de puntos de agua, instalación de cajas nido, etc.)
- Divulgación del proyecto.
Primera repoblación
El 13 de diciembre de 2020 se iniciaron los primeros trabajos de este proyecto. Para ello SERBAL eligió el Monte Público de El Conde, en Bacares. Aquí eliminaron pinos debilitados, abriendo la vegetación y permitiendo la penetración de la luz en la masa forestal. En este primer trabajo actuaron un total de 30 voluntarios, llegando a introducirse un total de 369 plantas, 600 bellotas de encina, 60 majuelos y 17 jaras blancas.