‘Sendero Requena’, una ruta con las mejores vistas de Cabo de Gata-Níjar

Un camino lleno de flora típica del lugar para recorrer con familia y amigos

En pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar iniciamos hoy la ruta conocida como ‘Sendero Requena’. Tiene una longitud total de unos 9,5 km y se tardan unas 2,5 horas en realizarla por completo aproximadamente. El desnivel acumulado es de 400 metros y el punto más alto está sobre 420 metros. Tiene una dificultad media, convirtiendo esta ruta en una actividad muy recomendable y atractiva para realizar con familiares y amigos.

Este itinerario nos permitirá visualizar los Barrancos del Negro y Requena, donde apreciaremos la abundancia de palmito a lo largo de todo el recorrido, siendo esta la única palmera autóctona europea.

Y para ello contamos con la ayuda de Raúl Aroca, matemático y Doctor de Ingeniería Industrial y Ambiental, y apasionado de los rincones de Almería. “En mis huecos y ratos libres intento explorar aquellos lugares de Almería que desconozco o que en algún momento de mi juventud quedaron grabados en mi retina”.

En esta ocasión, haremos esta ruta ‘a lo Aroca’. Porque él mismo ha introducido una pequeña modificación que transforma su carácter lineal en circular para, así, regresar al punto del que partimos.

La ruta

Esta aventura comienza en una parada situada entre el Mirador de las Amastistas y la Isleta del Moro. Concretamente en los aparcamientos que dan acceso a la Cala de los Toros, en la carretera AL-4200. Una vez aparcado nuestro vehículo, deberemos cruzar la carretera y veremos el cartel de inicio de sendero. Este nos permitirá tener unas increíbles vistas de la parte norte y este del Parque Natural. En antaño este mismo camino era utilizado para el pastoreo de la zona y el cultivo de cereal en secano.

Señalización, fotografía de Raúl Aroca.

A unos 200 metros del inicio del sendero Requena podemos apreciar un pequeño valle con palmitos, cornicales y esparto. “Las vistas son preciosas desde el inicio, pero llegará un momento en el transcurso de la ruta, una vez situados en el Barranco del Negro, que perderemos de vista la bahía.”

A lo largo del camino nos encontraremos un pinar relicto, lo que queda de cuando la zona era un gran pinar. Además, apreciaremos pequeños balates en la misma zona donde hace muchos años se cultivaba. El camino se endurece tras cruzar este pinar y aumenta su pendiente hasta llegar al altiplano donde nos encontraremos con el Cortijo de Rellana. “Está prácticamente en ruinas, pero posee un encanto muy peculiar y es que frente a él se levanta una majestuosa pita que parece protegerlo”.

Cortijo de Rellana, fotografía de Raúl Aroca.

Seguimos nuestra ruta por el camino que pasa junto al cortijo hacia el oeste. El camino es bastante fácil porque ya no tenemos prácticamente ningún desnivel. A esta zona se le llama ‘La Rellana’ y está cubierta de matorral muy común en Cabo de Gata. Tras cruzar el portón de la finca, a unos 300 metros aproximadamente, nos encontramos un cruce.

Fotografía de Raúl Aroca.

“Aquí es donde yo recomiendo hacer la variante al ‘Sendero Requena’ y pasar a la pista cementada con una gran inclinación que nos hará finalizar en la Isleta del Moro”.

Sendero Requena, fotografía de Raúl Aroca.

Nos dejaremos a mano derecha unas antenas que serían el punto más alto de la ruta original, que llegaría a una altura máxima de 460 metros y dónde posiblemente las vistas serían mucho mejores. Esa parte de la ruta pasaría por el Barranco de Requena, pero no terminaría en nuestro lugar de partida.

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