María del Mar Martínez Cárcamo, más conocida como Mari Cárcamo, es de Aguadulce (Almería), tiene 27 años y lleva seis fuera de casa; tras pasar por Madrid y Escocia, ahora vive en Londres.
Cárcamo es una persona muy sociable, le gusta mucho salir, conocer gente, aprender nuevas culturas y descubrir cada rincón. Por ello, tras estudiar selectividad y abandonar la carrera de Trabajo Social, ya que no le gustaba, decidió recorrer mundo. Comenzó por Madrid donde realizó un curso de ‘Personal Shopper’ y empezó a formarse como maquilladora.
En la capital de España trabajó maquillando en una cadena de televisión y un día su jefa le propuso pintar a los actores de un rodaje en el desierto de Tabernas. Los personajes eran ingleses y la almeriense se dio cuenta de que tenía que aprender el idioma extranjero. Así que, cogió las maletas y puso rumbo a Escocia, donde estuvo dos años trabajando como limpiadora, recogiendo platos y de camarera.
Tras considerar que su inglés era medianamente bueno cambió de destino y Londres se convirtió en su nuevo hogar. Aquí se formó en una de las mejores escuelas de maquillaje, llegando a cubrir eventos tan importantes como la ‘London Fashion Week’ durante dos años. Al llegar a Inglaterra trabajó en una tienda de cosméticos y cuando cumplió seis meses en el país inglés le ofrecieron trabajar para Dior, firma en la que estuvo alrededor de un año y medio. Ahora mismo, maquilla para Yves Saint Laurent, donde lleva ya dos años.
Londres: estresante y divertido
Su vida en Londres es un no parar, define el lugar como estresante pero a la vez súper divertido. Es una ciudad en la que le han sucedido cosas que nunca se esperaría como el trabajar en grandes marcas desde tan joven.
Vivir en una ciudad tan grande y sufrir experiencias como estar en un centro comercial y tener que salir corriendo por un aviso de bomba, o bajarse de un tren y ver todo lleno de policías con metralletas por atentado, le ha hecho tenerle mucho respeto y miedo a la vida, a la misma vez que le han hecho fuerte, y ahora se siente capaz de estar en cualquier lado. «Si me he ido yo sola y he tirado hacia adelante pese a todas las adversidades, me siento capacitada para todo» asegura la de Aguadulce.
«Quería decir ‘hello handsome’ (hola, guapo) y dije ‘husband’ (marido)»
Además de adversidades, tiene anécdotas graciosas que contar: «Cuando llegué a Londres quedé con un chico y yo le quería decir: ¿Qué tal guapo? En vez de llamarle ‘handsome’ (guapo), le dije ‘husband’ (marido). El tío se me quedó mirando raro y al verle la cara de descompuesto me di cuenta de que me estaba equivocando de palabra», cuenta la almeriense afincada en Londres.
Este error con el idioma no fue el único. Un día estaba trabajando en un restaurante y su jefa le dijo que comprara ‘flour’ (harina), en el local había una rosa en cada mesa, así que entendió ‘Flowers’ (flores). «Cuando llegué con un ramo de rosas, pues imagínate, mi jefa no supo si darme con el ramo o qué hacer, se tuvo que reír porque fue gracioso», relata Cárcamo. A día de hoy el inglés lo domina perfectamente.
«Si quieres comer bien te tienes que gastar mucho dinero»
Para ella la comida en Reino Unido deja muchísimo que desear, pues los productos no son nada frescos. «Cuando vas a un supermercado y compras carne huele fatal antes de la fecha de caducidad. Echas de menos los buenos alimentos de España», aclara la almeriense.
Para encontrar comida de mayor calidad se tiene que ir a mercados a las afueras de Londres aunque los precios son muy altos, es decir, que es una ciudad en la que si quieres comer bien se te va mucha parte del sueldo. Sobre los restaurantes destaca la gran diversidad que existe: indios, chinos, polacos, tailandeses, japoneses… pero a nivel gastronómico y relación calidad-precio aclara que no tienen nada que ver con los de España.
Visita obligada a las Highlands y a Edimburgo
Si tienes pensado viajar a Reino Unido, para la aguadulcina, es obligatorio visitar las Highlands (Tierras Altas de Escocia) y Edimburgo. «La capital es maravillosa, además es muy pequeñita y se puede ver en dos días. Se divide en dos partes, la ‘Old Town’ y la ‘New Town’. La zona antigua es de cuento, te traslada a la época medieval con un castillo en todo el centro de Edimburgo, y sobre todo, a los amantes de Harry Potter les va a encantar porque J.K. Rowling se inspiró en estos lugares», opina la maquilladora.
«Echo de menos estar en el chiringuito al sol con una cerveza»
Lo que más echa de menos es a su familia y amigos de toda la vida. Ha encontrado amistades muy buenas, pero al vivir en una ciudad tan grande y tener diferentes horarios de trabajo es complicado. No es como en Aguadulce que tiene a su gente a cinco minutos. «Las amistades y quedadas que hacemos en Almería es imposible hacerlas en Londres, esto lo echo en falta. Pero lo que sí echo de menos de verdad es la playa y, sobre todo en verano, es estar en el chiringuito al sol con una cerveza«, afirma Cárcamo.
Este tiempo fuera de su tierra le ha servido para reflexionar sobre lo importante que es la familia y aunque siga teniendo muchísimas ganas de conocer mundo la ansiedad que tenía antes por ello ha disminuido.
«Mi lugar siempre va a ser Almería y volveré 100%, he aprendido a valorar el sitio en el que vivo y me he dado cuenta de lo afortunada que soy», confirma María del Mar Martínez Cárcamo.