Una visita a Lúcar y sus ‘7 maravillas’

Aguas medicinales, minas de talco, el refugio de los últimos lobos de Almería y mucho más en este pueblo del Valle del Almanzora

Lúcar es un municipio perteneciente al Valle del Almanzora, un pueblo tranquilo donde es fácil perderse. Donde el ruido deja de existir y el aire se respira mucho mejor. Donde las casas blancas de cal resaltan entre la naturaleza verde que las envuelve. Y aunque el pueblo sea conocido por la figura autonómica de la televisión más querida por los andaluces, Juan y Medio, este municipio almeriense destaca por lo que ellos mismos denominan sus “7 maravillas”.

En el año 2013-2014 se llevaron a cabo unas votaciones para que los mismos lucareños fueran quienes eligieran cuáles eran estas 7 maravillas. Siete monumentos dispuestos por orden de relevancia. Veamos qué nos ofrece este pueblo de la serranía de Lúcar.

1. La Balsa de Cela

Entre Tíjola y Lúcar encontramos La Balsa de Cela, un espectacular nacimiento de aguas termales. Estas aguas emergen naturalmente con un caudal de 42 litros por segundo, manteniendo una temperatura estable entre 22 y 24 grados a lo largo del año. Desde la prehistoria, esta zona ha sido lugar de asentamientos y antiguas culturas. Los romanos ya conocían sus propiedades medicinales.

Cada vez son más los turistas que van a visitar estas aguas cristalinas. En la Noche de San Juan cientos de personas se acercan al lugar para bañarse en la balsa.

2. Fuentes y lavaderos

El agua forma parte de la vida de Lúcar. Tanto es así que la denominación del pueblo proviene del nombre latino Lucus, “el bosque sagrado”. Un bosque donde el agua cobraba especial relevancia. Así, las fuentes se convierten en un símbolo identitario del municipio. Algunas fuentes que podrás visitar son la fuente de Los Caños, El Marchalillo o El Molinillo. Todas ellas están sustentadas por estructuras “qanat”; galerías drenantes de origen musulmán empleadas para captar aguas subterráneas.

3. La Santa

Una columna de mármol blanco del año 1636 se sostiene sobre el lugar como advocación a Nuestra Señora Santa Bárbara, patrona de los mineros. Su identificación es tal que es empleada como imagen institucional de Lúcar. Se mandó a hacer para sustituir una cruz de madera conocida como ‘Cruz Negra’. Allí mismo existía una ermita que rendía culto a la misma Virgen. Se dice que los soldados, antes de salir a batallar, pasaban por la ermita para despedirse y regresar tras la batalla.

4. Área recreativa de Poveda

Lúcar está rodeado de un enorme valor paisajístico. A través de esta interesante área recreativa podrás disfrutar de su potencial. El espacio está acondicionado con un merendero de mesas rodeadas por pinos y fogones. Además, cuenta con aparcamiento y zona recreativa. Para llegar a ella deberás hacerlo mediante el camino de tierra que comienza en la Balsa de Cela y asciende por la Sierra de las Estancias.

Próximo al merendero podrás disfrutar del Mirador de Poveda y las maravillosas panorámicas que ofrece del Valle del Almanzora y la Sierra de Filabres.

5. Iglesia de Santa María de Lúcar

Data del siglo XVI y su titular es Santa María, con devoción a la Virgen del Carmen. Lo que destaca de esta obra es la armadura de madera que la recubre, de arte mudéjar. Se erige sobre una planta basilical rectangular donde se inscribe la armadura en un inmejorable estado de conservación, pues no ha sufrido alteraciones con el paso del tiempo. La capilla más importante de la Iglesia es la Capilla que advoca a Nuestra Señora del Rosario.

6. Peña Lobera

Es el mayor hito geográfico de la comarca del Alto Almanzora y se trata de una formación caliza en la Sierra de Lúcar. Las paredes escarpadas resaltan con fuerza entre el paisaje sereno que lo encierra. El perfecto estado de la caliza ha permitido la proliferación de flora endémica del lugar. El espacio que se distribuye a su alrededor, de 200 hectáreas de superficie, está protegido bajo la figura de Monumento Natural.

Según una vieja leyenda, este fue el último lugar donde habitaron los lobos en la provincia de Almería.

7. Mina de talco

Para llegar a este espacio deberás tomar el sendero que parte desde Lúcar hacia la rambla. Un camino de fuerte pendiente que rodea la ladera del cerro de La Santa. Por aquí caminaban en antaño los vecinos que acudían a explotar el talco o jaboncillo, así como los que querían acceder a los molinos y cortijos del lugar.

El trazado está rodeado de pozos de extracción hoy en día tapados. Se trata de una zona de gran interés etnográfico, desde el que se puede obtener unas estupendas vistas de la Sierra de Filabres y del Valle del Almanzora

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