Si sientes que un sujeto extraño te vigila desde lo más alto de algunos edificios emblemáticos de la ciudad, no te asustes, son gárgolas. Con un aspecto algo grotesco y terrorífico, estos seres que cabalgan entre la forma humana y animal, tienen un origen mitológico además de asumir cierta función arquitectónica.
El paso del tiempo y su exposición al exterior, hace que las pocas gárgolas de la ciudad de Almería no estén en las mejores condiciones. En la Catedral tenemos ejemplares de esta representación del arte gótico. Pero las que nos ocupan, son las que encontramos en el cielo del Teatro Cervantes de Almería.
En pleno centro de Almería, con unas vistas envidiables, viven estos seres sobre el teatro más antiguo de la ciudad. Estas gárgolas, ya centenarias, se sitúan sobre las cuatro esquinas del techo del edificio. Se trata de cuatro leones alados cuya función, en este caso, es únicamente estética.
Sin embargo, estos elementos solían cumplir la función de expulsar el agua de la lluvia de los tejados de los edificios, actuando como un desagüe. Son pocas las gárgolas que conservan esa ocupación y, a día de hoy, la mayoría tienen una mera función estética que evidencia la antigüedad del edificio.
Restauradas y limpiadas
Son pocas las personas que conocen los seres que habitan el techo del Teatro Cervantes. Mª del Carmen Ravassa en su libro ‘Historia de una larga construcción: Teatro Cervantes de Almería’, dedica un apartado a ‘los vigilantes del teatro’. “Sobre las cuatro esquinas de la parte más elevada del Teatro Cervantes, en la fachada posterior, se encuentran situadas cuatro gárgolas”, narra Mª del Carmen.
“Como curiosidad, suele darse con alguna frecuencia en obras de restauración sustituir las gárgolas desaparecidas con nuevas gárgolas modeladas con motivos actuales, para evidenciar la época de la pieza”, extraemos del libro. Para saber si las del Teatro son las originales, visitamos a José Manuel, el responsable de mantenimiento de este histórico lugar. Además de enseñarnos las vistas de tan alta zona del edificio, nos contó que, con la reforma del Teatro Cervantes, las gárgolas fueron restauradas y limpiadas.
Desde allí, se ven detalles de lo más alto de la ciudad de los que no disfrutamos como viandantes. Azoteas de edificios emblemáticos, las vistas a la Alcazaba o árboles centenarios que sobresalen entre las construcciones, fue todo lo que pudimos observar en esta visita ‘a vista de gárgola’.
Si quieres saber otras curiosidades de los edificios de Almería conoce las atlantes y cariátides en fachadas almerienses.