El Cabo de Gata no solo es un tesoro en sí mismo como paisaje paradisíaco, una joya de la naturaleza, sino que posiblemente también los guarda en su interior oculto tras leyendas con siglos de antigüedad. Es un lugar lleno de misterios, incluso su nombre actual tiene un origen incierto, aunque se ha especulado con nombres que fenicios, romanos y árabes le han dado a lo largo del tiempo como ‘Promontorio de las Ágatas’, ‘Charidemou Acra’, ‘Al-Qabta’…
El Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar se extiende a lo largo y ancho de treinta y ocho mil hectáreas de tierra. Otras doce mil hectáreas, consideradas reserva marina, se adentran hacia el mar Mediterráneo. Imagina sin caben leyendas e historias en tiempos en los que uno de los mayores entretenimientos y costumbres era contar historias, fuesen reales o no.
La Leyenda del Tesoro
Se cuenta que hace muchos años, en el período musulmán de Almería, un sultán andalusí escondió un tesoro en una gruta del Cabo de Gata, en las cercanías del promontorio de la Vela Blanca. Su temor era que pudieran encontrarlo los cristianos o los asaltantes y piratas que invadían las costas en aquel entonces. El sultán murió antes de revelar la ubicación secreta del tesoro a sus allegados. Nadie ha dado nunca con la gruta donde se encuentra. Además, al ser una historia de tradición oral, se ha desvirtuado y no se sabe si el tesoro está en tierra o en alguna gruta submarina. Esta leyenda se cruza con la del Arrecife de las Sirenas, ya que se cree que las focas monje que antes habitaban en esta zona eran guardianes del tesoro escondido.
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