Desde la llegada de la COVID-19 las mascarillas se han convertido en nuestro accesorio de cada día en Almería y en todo el mundo. Son un elemento clave para frenar la expansión del virus y su comercialización ha llegado hasta los rincones más insospechados del planeta. Existen diversos modelos, entre los que encontramos las mascarillas quirúrgicas, las mascarillas filtrantes FFP2, N95, mascarillas de tela, etc.
La creciente demanda de mascarillas al comienzo de la pandemia produjo que miles de personas comenzaran a confeccionarlas para mantener a raya el virus. Y Almería no se quedó atrás con diversidad de personas que a día de hoy han incluido de manera permanente las mascarillas a su cartera de productos. Así, en la provincia encontramos multitud de marcas que a día de hoy siguen produciendo lo que se ha convertido en nuestro aliado para la lucha contra la COVID-19.
Trabajo en equipo
Entre estas marcas encontramos a Pura Delgado (@puralinea.enlinea), modelista de indumentaria y docente jubilada. Pura, junto a su grupo de alumnas, profesionales ya, de la Escuela de Arte de Almería, comenzaron a confeccionar miles de mascarillas desde el comienzo de la pandemia con el material doméstico que tenían a mano. “Inventamos formas, técnicas, patrones para responder a la demanda de almacenes de fruta, personal de correos, repartidores, etc.”
De este modo, las diseñadoras Lola Laumar (@lolalaumar), Mariola Martínez (@marioladelrei), Lola Pomedio (@lola_pomedio_vestuario), Enri Hernández (@enrish), Adriana Basol (@adriana_basol) y Charo Pastor entre otras, no dudaron ni un segundo en ofrecer su ayuda ante la falta de mascarillas durante el inicio de la pandemia. Y así es cómo empezaron a fabricarlas con los materiales de los que disponía en su propio taller. “Solo queríamos aportar nuestro granito de arena y ayudar en lo que podíamos ante la fata de mascarillas en el mercado”.
Así, llegaron a hacer más de 3.000 mascarillas que estuvieron destinadas a residencias de ancianos, centros de salud, hospitales, centros de acogida, cooperativas de hortalizas, etc.
El tiempo pasa, la pandemia sigue y la demanda de mascarillas comenzaba a decrecer. “Se cancelan los eventos, los talleres siguen cerrados, no hay ingresos y la sociedad ya dispone de mascarillas. ¿Ahora qué les queda a estos profesionales? ¿Cómo podíamos enfrentarnos a nuestros pagos? Aplicamos el diseño a este nuevo producto de uso obligado”.
Nuevos horizontes
Mientras el mercado cada vez se encontraba con mayor abastecimiento de mascarillas, el sector de la moda quedaba afectado tras ser golpeado duramente. “Todos los eventos estaban siendo cancelados y ante la falta de trabajo en nuestro sector, muchas hemos optado por reinventarnos y diseñar mascarillas”, añadía Lola Laumar.
Actualmente Pura no ha seguido con la fabricación de mascarillas. A día de hoy solo siguen vendiendo las últimas unidades de la “Masline”, una mascarilla compuesta en su interior por un algodón 100 % hidrófugo y en su exterior por el filtro tnt de 70 gr. En este caso, la modelista quiso mantener la estética de este filtro mediante el diseño. En cuanto a su cuidado, Pura nos cuenta que todo depende de la persona y el uso que se le dé. Además, Pura añadía que las “Masline” tienen un “carácter solidario con los talleres de costura, además de benéfico con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Pero otras diseñadoras de Almería sí han incluido las mascarillas a su cartera de productos como es el caso de Lola Laumar, Lola Pomedio, Adriana Basol o Charo Pastor. Para la confección de estas emplean tejidos homologados regidos por la normativa 0065/2020, con elásticos hipoalergénicos, aguantando hasta 60 lavados.
A día de hoy, su negocio se sustenta con la fabricación de mascarillas para hacer frente a los pagos como luz, asesoría, tarifa de autónomos, etc. Aunque la demanda de mascarilla ha decrecido, existen personas que a día de hoy prefieren una mascarilla de diseño que es respetuosa con el medio ambiente ante una desechable.