César Maldonado, de raíces granadinas, vive a caballo entre Granada y Puerto Rey en Vera, Almería. Dedica su labor a ser instructor de parapente y paramotor, realizando bautismos de vuelo para aquellos que “quieren tener la experiencia de volar sin tener conocimientos previos”.
Pero a este instructor aéreo nada le para los pies y también dedica su tiempo a ser fotógrafo y videógrafo aéreo. Con su cámara intenta plasmar a vista de pájaro fotografías con una perspectiva diferente. También realiza filmación aérea para la que emplea una tecnología actual con la que consigue la estabilización perfecta. Este trabajo lo ha llevado a cabo por varios rincones del mundo, como África, América o Asia, entre otros. Y hoy venimos a descubrir los rincones del mundo más bellos desde el aire, según la experiencia de Maldonado.
La sabana africana
“El lugar que más me impacto y que nunca podré olvidar fue la primera vez que volé en la sabana africana. Despegar y a los pocos minutos empezar a ver una marcha de animales salvajes. Entre ellos, elefantes, búfalos, gacelas, leones, etc.”
Así, César ha tenido la oportunidad de volar en numerosos parques nacionales en Kenia y Tanzania como el Kilimanjaro, Amboseli, Tsavo Est o Bogoria lake. “El animal que más me impresionó fue la jirafa. Es como retroceder en el tiempo y volar junto a un animal prehistórico, tan alto y majestuoso.”
Perdido entre las dunas del Sahara
Volar por el cielo del desierto del Sahara supuso también una gran aventura para César. Lo hizo concretamente en el desierto de Teneré en Níger, “donde las dunas se pierden en el horizonte, una zona muy inhóspita, pero de extrema belleza.” Durante este viaje tuvo que dormir en tiendas de campaña en pleno desierto, para poder volar desde muy temprano en busca de lugares muy lejanos.
Nos decía también que las noches en el desierto son maravillosas, afirmando que “el cielo estrellado parece que se puede tocar”. Este viaje también le permitió vivir una experiencia maravillosa conviviendo con el pueblo bereber de los Tuareg, afirmando que “era gente muy hospitalaria”.
20 grados bajo cero: Mongolia
Este viaje supuso un completo reto para César pues la grabación tuvo lugar en una zona muy inhóspita y alejada de la civilización. Concretamente en las montañas de Altai, una zona donde vive el pueblo turco Kazajo, dedicado a la cetrería con águilas reales. “Casi siempre estábamos a bajo cero grados y las noches marcaban -20º bajo cero. Aquí el reto fue volar a tan baja temperatura que cuanto aterrizaba, lo hacía con las puntas de los dedos de las manos con principio de congelación”. Desde el cielo veía cómo todos los ríos y lagos estaban totalmente congelados.
El río Mekong
Durante dos años César pudo surcar los cielos del sudeste asiático mientras realizaba un trabajo con la WWF. Lo hizo en el río Mekong a su paso por Laos, en Tailandia y Camboya. Aquí su equipo y él se encargaron de la filmación de delfines de agua dulce conocidos como Irrawaddy. Una especie que afirma que está a punto de desaparecer debido a los vertidos contaminantes procedentes en su mayoría de China.
“Al tratarse de una zona selvática y muy densa, a veces no encontrábamos lugares despejados para el despegue y nos teníamos que apañar con caminos o pequeñas carreteras. Eran zonas poco habitadas, pero cuando aterrizaba, no sé de dónde, aparecían 20 o 30 personas, sobre todo niños, siempre con una sonrisa y con cara de asombro.”
Sri Lanka, el edén asiático
Dentro de esta lista de los rincones más bellos del mundo, César considera que “Sri Lanka ha sido uno de los lugares más paradisíacos sobre el que he volado. Con sus playas vírgenes repletas de cocoteros y con infinidad de vida animal, un país que se abrió hace unos años al turismo, pero donde aún se pueden encontrar lugares auténticos.”
Dubai, la mega urbe
También ha surcado los cielos de Dubai, entre “construcciones incontroladas, en muchos casos de un despilfarro innecesario y mega rascacielos deshabitados”. Y aunque no voló en plena naturaleza, para él fue impresionante hacerlo cerca de estos “mastodontes de hormigón que desafían el cielo”.
Incas y aztecas
América fue otro de los destinos de los que César habla con asombro e impresión. Aquí tuvo la oportunidad de trabajar en los documentales “El Señor de Sipán” y “Dama de Kao”, grabados en Perú y en la zona arqueológica del Tajín de México respectivamente. “Volar en estos lugares con pirámides y edificios con cientos de años te sobrecoge y te teletransporta en el tiempo imaginando cómo era la vida allí.”
Un lugar que no pasa de moda: Almería
Aunque César esté acostumbrado a ver Almería desde las alturas, no dejan de impresionarle las vistas que ofrece el Desierto de Tabernas de esta tierra, formando parte de esta lista de rincones más bellos del mundo. Lo que más disfruta son “sus colinas erosionadas con formas caprichosas moldeadas durante miles de años. Volar entre cañones y ramblas a baja altura siguiendo el curso de las mismas sobrecoge a cualquiera. Ya es bonito visitarlo desde tierra pues volando no podéis imaginarlo.”
“Podría seguir contando más lugares que por suerte he podido visitar y además volar, pero creo que sería muy largo. Me siento un afortunado por haber tenido la oportunidad de vivir estas experiencias.”