El chapa, un peculiar caracol plano, en riesgo de extinción y endémico de Almería

Su morfología tiene relación con la climatología y le permite refugiarse en las grietas de las rocas en los meses de calor

El caracol chapa o Iberus Gualtieranus Gualtieranus es una especie endémica de Almería que actualmente se encuentra localizado en la Sierra de Gádor. Es una de las especies de caracol más importantes de la Península y la preocupación por su conservación hizo que se llevase a cabo su introducción en las provincias de Jaén y Granada.

Es considerado un manjar para los aficionados a los caracoles, pero, debido a la baja densidad de ejemplares, su recolección en el campo está prohibida.

En el año 1998 la preocupación sobre esta el caracol chapa creció y la Consejería de Medio Ambiente puso en marcha el Programa para la conservación y uso sostenible de los caracoles terrestres de Andalucía. Así, el caracol chapa se incluye dentro del Listado Andaluz de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LAESPE andaluz), junto a siete especies más.

Principales amenazas

Entre las principales amenazas de esta especie destaca el cambio de los usos del suelo, el empleo de productos biocidas o los incendios acontecidos en su área de distribución. Pero la principal de ellas fue la elevada captura de esta especie por su apreciación gastronómico.

Así, en el año 2010 el Programa puso en marcha una iniciativa para liberar en torno a 300 ejemplares nacidos en cautividad en el Barranco del Cañarete, el de San Telmo y en el entorno de las Minicas. Los ejemplares procedían de los ensayos de cría que se centraron en la reproducción y crecimiento de esta especie hasta alcanzar la etapa adulta. De este modo, se consiguió reducir el tiempo que el caracol necesita para alcanzar la madurez. Pasando de entre 110 y 120 semanas en el medio natural a 15-20 semanas en laboratorio.  

Iberus gualterianus, imagen de la Junta de Andalucía

Aunque el caracol chapa se trate de una especie en peligro de extinción en la actualidad, probablemente estuvo más extendida en el pasado de lo que creemos. Existen evidencias científicas que indican que este ejemplar ya habitaba en la provincia de Málaga y en la Comunidad Valenciano, como así confirmaban los subfósiles encontrados en estas áreas. Sin embargo, su origen geográfico sigue siendo la Sierra de Gádor de Almería.

¿Por qué una concha plana?

Y como en Almería somos “different’ este caracol no se podía quedar atrás, presentando una peculiar morfología. Como se puede ver, la concha muestra una forma aplanada y recorrida por surcos; un aspecto que responde a una necesidad que tiene que ver mucho con las condiciones climatológicas de la provincia.

Este caracol pasa sus días de verano entre las grietas de las rocas, intentando refugiarse de las altas temperaturas de los meses estivales. Cuando el otoño se acerca y las temperaturas bajan, el caracol chapa abandona los roquedos y se desplaza a las zonas con vegetación para alimentarse.

Así, ya es posible ver a esta especie endémica de Almería durante estos meses en el extremo suroccidental de la provincia.

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