El mar que mece a la Virgen del Carmen

Almería cuenta con numerosas imágenes marianas de la ‘reina marinera’, que recorren la costa y el interior cada 16 de julio

Almería es marinera y con alguna de sus costumbres así lo manifiestan. Es el caso de la tradición del día de la Virgen del Carmen, cuya festividad se celebra el día 16 de julio de cada año. La patrona de los pescadores y los marineros, es una de las imágenes que levanta más fervor en la provincia. Salvo pandemias inesperadas, las orillas de las playas y los muelles de los puertos almerienses se abarrotan de personas esperando la llegada de la Virgen.

El mar recibe a la ‘reina marinera’ una vez cada 365 días y los almerienses se remangan y la acompañan en la travesía marina que es tradición. Y a pesar del fervor generalizado en la zona, en muchas ocasiones la historia detrás de esta festividad es desconocida. Una advocación mariana que, representada en estampitas, recorre carteras, neveras y mesitas con velas en toda la provincia. Pero, ¿de dónde viene el culto a la Virgen del Carmen?

‘Karmel’ significa ‘jardín’

El origen del culto a la Virgen del Carmen se encuentra en un grupo de ermitaños que, alrededor del siglo XIII, se retiraron al Monte Carmelo en Israel, la zona considerada el ‘jardín’ del estado. De hecho, ‘karmel’ significa ‘jardín’, y de esta palabra hebrea viene el nombre de Carmen. Tras las cruzadas, fundaron en Europa la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, conocida como ‘los carmelitas’.

La historia cuenta que el 16 de Julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen, llevando un escapulario en sus manos, se apareció al prior Simón Stock. Fue frente al Mar Mediterráneo y le entregó sus hábitos y el escapulario. Esta prenda que forma parte del hábito se convirtió así en el signo más importante del culto mariano carmelita. Fue el propio superior San Simón Stock el que llamó a la Virgen ‘Stella Maris’, «estrella de los mares», lo que propició que el colectivo de marineros se encomendara a esta virgen.

La devoción de los carmelos y la protección de la Virgen en varias escenas marineras de la época, ha hecho que desde entonces se encomienden a ella pescadores, marineros, miembros de la armada y gentes que viven de la mar en diferentes rincones del planeta. 

Patrona del mar

El nombre de Carmen en Almería es muy común. La Virgen del Carmen es la patrona de los marineros y pescadores, por este motivo, el Día del Carmen es una jornada muy especial para todas las personas que dedican su vida al mar.

Ya en el siglo XVIII era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en el país. Fue entonces cuando el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra impulsó su celebración entre la marinería que él dirigía. Fue a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio de San Telmo por el de la Virgen del Carmen.

Una virgen también de interior

La Virgen del Carmen es la patrona de muchos de los municipios costeros de la provincia. Sin embargo, su patronazgo llega hasta zonas de interior de Almería.  Es el caso de municipios como como Cantoria, Zurgena, Vélez Rubio o Albox, entre otros. En estos casos la virgen no se embarca, pero son cientos los peregrinos que se suman a seguirla en tierra firme.

El origen de la devoción en los pueblos de interior no está muy claro. Se dice que en el año 300 a.C una gran sequía azotó Galilea. Fue entonces cuando el profeta Elías subió al monte Carmelo para implorar lluvia. Desde la cumbre de aquel monte, divisó una nube blanca que emergía de las aguas del mar y subía al cielo, manando abundante agua. Comprendió que la visión era un símbolo de la llegada del Salvador, que nacería de una doncella inmaculada para traer una lluvia de bendiciones.

Tres tallas en Almería capital

En la capital almeriense, la festividad de la Virgen del Carmen es una de las más destacadas del año. De hecho, existen tres tallas solo en el centro, que salen cada 16 de julio: La de Pescadería, la del Zapillo y la conocida como Reina de las Huertas o de San Sebastián.  Tres recorridos que los almerienses viven con emoción y sentimientos a flor de piel.

Posiblemente, la más popular de las tres sea la del barrio de Pescadería dónde a las seis de la tarde comienzan a repicar las campanas de la iglesia mientras cientos de personas esperan la salida de la virgen. Una devoción que no siempre va ligada con la religión y algunos de ellos no hayan pisado la iglesia en todo el año. Algunos van descalzos dirección al Puerto pesquero, donde la Virgen del Carmen embarca para para su paseo marítimo anual.

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