La importancia de conservar la memoria en la tercera edad

Los talleres de memoria pueden ser una gran ayuda para nuestros mayores, que practicarán competencias como la atención y concentración

Los olvidos diarios pueden ser el inicio de cambios en nuestro cerebro que, en ocasiones, inciden directamente sobre la memoria. Es importante ejercitar la mente para evitar el empeoramiento de la salud mental y futuras enfermedades neurodegenerativas. Con la edad es habitual que se complique la función de recordar para el celebro y nuestros mayores comiencen a olvidar paulatinamente sus recuerdos más cercanos en el tiempo.

Los talleres para la estimulación cognitiva pueden ser una gran ayuda para nuestros mayores, para practicar competencias como la atención y concentración, las tareas de lectura, escritura y compresión, cálculo, agilidad mental o inteligencia verbal.

Talleres de memoria

De esta premisa surgen talleres como los que se van a celebrar, por segundo año consecutivo, en Adra desde octubre a mayo, orientados a grupos de personas de más de 60 años. Con estos talleres, se pretende estimular cognitivamente las capacidades, mantener la mente activa y deducir o enlentecer la degeneración cognitiva ocasionada por la vejez.

Esto se consigue mediante actividades enfocadas a la atención, concentración, lectura, escritura, agilidad mental, memoria, lenguaje y expresión oral e inteligencia verbal. “Se realizan actividades dinámicas grupales y entretenidas, que sobre todo les motiven a través de la integración y la comprensión de las capacidades individuales y el humor, que nunca puede faltar”, afirma Mireya Ibáñez González, psicóloga general sanitaria de Psicoabdera.

De la conversación de Almería is Different con Mireya Ibáñez, podemos destacar 5 recomendaciones para el cuidado de la memoria a través de situaciones cotidianas. Unos ejercicios sencillos para cuidar los recuerdos de nuestros mayores:

Los profesionales del campo de la psicología pueden aportar muchos entrenamientos para ejercitar la memoria y mantenerla activa, porque como dice nuestra experta: “No hay mayor recompensa que la de recordar todo lo vivido».

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