Durante más de 50 años, la historia de uno de los símbolos más importantes de Almería ha sido contada de manera errónea. Aunque todos lo conocemos como el ‘Sol de Portocarrero’, en realidad se llama ‘Sol de Villalán’.
Para entender toda esta historia nos basamos en la tesis que sostenía Emilio Esteban Hanza, abogado, escritor, cronista oficial de Canjáyar y miembro destacado del Instituto de Estudios Almerienses y que falleció el pasado 24 de marzo de este año a los 91 años. En ella, afirma que el verdadero autor del conocido ‘Sol de Portocarrero’ era el obispo Villalán, por lo que es inexacto que el autor de este símbolo fuera Portocarrero.
En la Calle de Emilio Ferrera, en pleno casco histórico de la ciudad, aún se puede ver la que era la casa de Emilio y una placa que indica ‘Sol de Villalán, no de Portocarrero’.
Parada en la Catedral
Después de visitar la casa de Emilio Esteban es hora de desplazarnos a la Catedral de la Encarnación de Almería. Allí, es donde realmente podemos apreciar la diferencia entre los dos soles y entender su significado.
Los protagonistas de la controversia son los obispos Diego Fernández de Villalán, cuyo mandato se extiende de 1523 a 1556 y Juan del Castillo y Portocarrero,1602 y 1631. La primera piedra fue colocada en 1524 por el obispo Franciscano Fray Diego Fernández de Villalán. La ornamentación renacentista vendría años después, entre los años 1550 y 1573, a manos del artista Juan de Orea, con sus portadas.
En 1968 el alcalde de Almería, Juan Antonio Gómez Ángulo, instituyó un galardón turístico llamado ‘Sol de Portocarrero’ que representaba el ‘Sol de Villalán’, situado en el lateral de la Catedral de Almería. Desde entonces, se arrastra el error y la confusión.
Dos soles para una confusión
En la tradicional simbología cristiana el sol representaba a Jesús resucitado. El ‘Sol de Villalán’ es visible desde la Calle Cubo, por donde procesiona la Santa Cena.
El de ‘Portocarrero’ es casi imperceptible a pie de calle. Esta incluido en la parte superior derecha del escudo episcopal de Portocarrero. Adherido en la fachada exterior del muro Norte de la torre principal de la Catedral.
Solo hay que fijarse en el aspecto de ambos astros. Respecto al tamaño, podemos decir que el ‘Sol de Villalán’ es de gran tamaño, con 36 rayos. El ‘Sol de Portocarrero’, tiene un tamaño mucho más inferior, situado en la parte superior izquierda del escudo heráldico, con solo 16 rayos.
El de ‘Villalán’ tiene una orla con un cordón de laurel, mientras que el de ‘Portocarrero’, solo tiene como adorno una inscripción “ANOD1610”.
El primer sol no es heráldico, pues lo característico del escudo episcopal de ‘Villalán’ son dos perros alanos, que también figuran en la fachada principal de la Iglesia de Santiago Apóstol. Otro aspecto que hay que destacar del gran sol, es que cuenta con un rostro antropomorfo, mientras que el segundo no.